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Aquí la Tierra El latido del espacio público

Botánica de asfalto

Botánica de asfalto

Jaime O'Shanahan fue un naturalista y fotógrafo de absoluta referencia en la documentación visual de la flora, la agricultura y la reforestación de Gran Canaria durante la segunda mitad del siglo XX. Aunque menos conocidas, suyas son también numerosas fotografías de paisajes urbanos, agrupadas con este epígrafe en su archivo, custodiado por la Universidad de Las Palmas. El grueso del repositorio, integrado por 34.000 fotografías en papel, diapositivas y negativos, son informes visuales con un propósito más funcional que estético. En cambio muchas de sus fotos urbanas parecen tomadas por un paseante ocioso que entiende la vida pública como espectáculo.

El objeto predominante en estas imágenes de O'Shanahan, que murió en 2010 con 89 años, es Las Palmas, su ciudad natal, cuya evolución siguió con su mirada abundante antes y después de su acelerada expansión a partir de los años sesenta. Una de estas fotos, realizada en 1988 y titulada 'Furgón vendiendo plantas en Schamann', resulta especialmente enigmática en su emulación de una instantánea de aficionado.

Su asunto no puede ser más anodino: un espacio prosaico, sin atisbo de espectacularidad, dos calles suburbiales que se cruzan, sendas hileras de bloques de viviendas obreras, una esquina en obras, una furgoneta de venta de plantas y dos mujeres que conversan ante la misma. Ambas están flanqueadas por una maceta y una caja con plantas que colonizan suavemente el asfalto. En el extremo inferior izquierdo un coche asoma apenas, efecto propio de alguien no diestro en la composición de imágenes. Por lo demás, la fotografía está construida con una geometría simple en la que las calles y los bloques de viviendas, los cables eléctricos que se interponen ante la intersección de dos nubes y la valla de la obra conforman una pirámide visual más o menos simétrica. Ésta es reforzada -destreza de fotógrafo que no alardea de ella- por la presencia de las mujeres, cada una con el cuerpo orientado en la dirección de una de las dos vías. En mitad de la calle que se interseca con la horizontal, a ambos lados de la misma, dos cuerpos de un edificio, cuya altura oculta el corte superior de la foto, enmarca allende Schamann la conjunción del mar y el cielo. Además, el horizonte oceánico es repicado en primer plano por un reguero de tierra proveniente de la obra, que discurre bajo los recipientes de plantas y los pies de las mujeres y marca exactamente la divisoria entre las dos calles.

Pese a haber sido pionero del movimiento ecologista en las Islas y uno de los artífices del Jardín Canario, O'Shanahan no transmite en esta fotografía una visión particularmente crítica de la explosión urbana de Las Palmas, ni de la estandarización de su arquitectura. Tampoco irradia en ella el sentimiento paternalista hacia las clases subalternas, propio de la fotografía humanista y, mucho menos, cae en el preciosismo de la fotografía pictorialista. El fotógrafo se limita a mirar con atención extrema un acontecimiento minúsculo.

Muchos lectores habrán reconocido que las calles que se cruzan son Zaragoza -la horizontal de la foto- y Mariucha y que los bloques son los del Grupo Martín Freire, conocidos popularmente como las "Casas baratas" por la mala calidad de sus materiales y sus ínfimos espacios interiores. También habrán captado que la construcción que enmarca el horizonte es el Edificio España, una de las mejores obras del arquitecto Fermín Suárez Valido, motejado, sin embargo, como "El Muro de la Vergüenza" porque fue entendido como una pantalla construida para ocultar las "Casas baratas" ante la Plaza Don Benito.

O'Shanahan, pues, no hace una observación crítica sobre este lugar suburbial, como tampoco exalta sus valores modernos: ni los del Grupo Martín Freire -sol, espacio y verdor entre calles, bloques y jardínes interiores (fuera de campo en la foto)-, ni los del Edificio España, adscritos a los postulados coetáneos de los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna. En lo que se detiene su mirada aparentemente neutral es en esta nota adhesiva en la calzada que es la furgoneta de venta ambulante de plantas, en el Post-it que transforma transitoriamente el espacio público. Se fija en la calle misma como algo que es más que un pasadizo entre construcciones, tanto como un espacio con rango de institución social. Además, su mirada adquiere mayor espesor en la actualidad si la contrastamos con la estampa de la Nueva Ciudad Alta, la que representan barrios de mayor categoría social, como Siete Palmas, aglomeración sin manzanas, con largos lotes de viviendas con calles privadas y centros comerciales como principales ejes, en la que el espacio público es un simulacro.

Próxima a las nuevas topografías, que dominarán la fotografía de estética documental a partir de los años noventa, Jaime O'Shanahan se presenta a través de esta imagen como un merodeador callejero en busca de iluminaciones, como un recolector de instantes semejantes a desechos rescatados del suelo. No resulta gratuito entonces recordar las páginas de Infancia en Berlín, en las que Walter Benjamin habla de la dificultad de aprender a mirar la propia ciudad, y usar la imagen del filósofo para decir que, en realidad, en lo que se ocupaba el viejo naturalista en Schamann era en la "botánica de asfalto".

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