La expectación sigue reinando en el vecindario y en todo aquel que pasa por la calle Roque Nublo, en el barrio de La Isleta. El motivo no es otro que un coche aparcado en la azotea de una casa terrera en ruinas, que se puede ver desde la misma calle. Ayer el vehículo estaba tapado con una lona azul pero aún así se distinguía perfectamente desde la acera que se trataba de un automóvil, de color blanco, sin matrícula y en un estado aparentemente perfecto para rodar.

La noticia ha sorprendido a los internautas y seguidores de las redes sociales después de que la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria colgara el pasado lunes en su cuenta de Twitter una foto del curioso aparcamiento y de la inspección que hicieron los Bomberos sobre el estado de la azotea, después de que algún vecino avisara de la curiosa imagen.

Ese día el coche estaba al descubierto sobre la azotea del número 15, mientras que ayer estaba tapado ya con una lona de plástico azul, después de que el dueño de la vivienda se acercara hace unos días tras el revuelo que la insólita imagen ha provocado en las redes sociales.

A pesar del camuflaje, el vehículo se distinguía perfectamente, porque el plástico no lograba taparlo del todo y porque la calle está en cuesta, aunque es de subida para los vehículos.

La vivienda, que se encuentra cerrada con cadena y candado, está flanqueada por una casa terrera habitada y por un solar. En la misma acera, también hay otros solares y casas cerradas así como edificios de varias plantas.

Una vecina de la calle, que no quiso dar su nombre, comentó que el dueño del vehículo vive en Guanarteme y que la casa está en ruinas porque se trata de una herencia. "No tienen ni agua", dijo la mujer, quien confirmó que hace unas semanas una grúa elevó el vehículo a la azotea sin problema alguno. "Es su casa", dijo la vecina para dar a entender que al ser una propiedad privada cada cual puede meter en ella lo que crea conveniente.

No todos los vecinos, sin embargo, están de acuerdo con este razonamiento, ya que la vivienda presenta un gran deterioro.

"Si las lluvias de estos días han roto arcenes y muros, ¿quién nos dice a nosotros que esto no suceda con la casa? Yo desde luego evito pasar por ahí", comentaba otro vecino que también se negó a dar su nombre por temor a alguna represalia.

Los Bomberos descartaron el lunes que el techo de la azotea se pudiera desplomar por el peso del vehículo, aunque dieron parte a los servicios municipales correspondientes del curioso aparcamiento. Sin embargo, el coche se encuentra sin ningún tope en las ruedas y al filo de un saliente que pudiera ser un antiguo balcón, y que está también deteriorado. Sin olvidar el entramado de cables de telefonía y luz que atraviesan la fachada.

El coche seguía ayer siendo objeto de curiosidad para todo el que pasaba por la calle, incluso los conductores se paraban para comprobar que lo que habían visto por las redes sociales era verídico.