Es usted experto en la incorporación de proyectos offshore de unidades que trabajan en Oil&Gas en los puertos. ¿Cómo encaja eso en La Luz?
En mi intervención queríamos dar una visión global para un puerto cualquiera. En ningún caso queríamos hacer una comparativa ni analizar la situación del Puerto de Las Palmas, sino dar una visión de qué es lo que una empresa de estas características está buscando en el mercado a la hora de decidir irse a un puerto o a otro. Dentro de ese análisis hablamos de los planes de seguridad, a los que se les da muchísima importancia, y todos los procedimientos a la hora de evacuaciones y demás. También hacemos un estudio de cuáles son las estructuras que están alrededor del puerto, tanto administrativas como empresariales, como pueden ser hospitales, aeropuertos, accesos por carretera... Y después los servicios que hace el puerto en sí mismo, como puede ser el atraque, entrada y salida de mercancías, capacidad de los muelles... En definitiva, un análisis profundo sobre todas estas características; y después financiero, por supuesto, aunque no es siempre el que marca la línea, sino que analizamos todo.
¿Y la empresa no tiene pensado, de momento, instalarse en el Puerto de La Luz?
No. Nosotros tenemos una base en este momento en Aberdeen, que es donde tenemos las oficinas centrales de la división de Europa y el oeste de África, y nuestro mayor número de unidades se encuentran en el Mar del Norte. En la costa africana solamente tenemos una unidad, y por una sola unidad no merece la pena tener una oficina fija en Gran Canaria.
Ni tampoco es una opción de futuro.
En principio no. Habitualmente lo que se genera es que equipos puntuales de apoyo al buque sí se asientan en la zona, en la más cercana a donde se está realizando la operación, pero es una oficina, como quien dice, móvil.
Pero no porque en La Luz existan dificultades, sino porque en la costa africana únicamente tienen una unidad.
Exactamente. No se ha iniciado ningún tipo de conversación con el Puerto de Las Palmas para plantearse tener una oficina aquí, porque no tenemos esa necesidad. No tendría sentido establecer una oficina fija cuando solo tenemos un buque operando en estas aguas.
Da mucha importancia a que los proyectos para la instalación de este tipo de empresas offshore tengan un control efectivo.
Sí, después de estar hablando con algunas de las empresas de aquí, les he transmitido que lo que se exige a las empresas que dan servicios es que haya un control efectivo del proyecto, y eso implica que los proyectos se entreguen en un plazo correcto, con un presupuesto adecuado al trabajo y con una calidad aceptable. Y todo eso pasa por que haya una buena dirección del proyecto; y yo creo que ese es el mayor y el mejor mensaje que puedo transmitir: el futuro pasa por que la dirección de proyecto se implante como metodología en las empresas que quieran trabajar en el sector naval; el futuro del sector es la gestión.
Con la crisis del petróleo que hay ahora mismo, ¿es un buen momento para invertir en el sector offshore?
Sin lugar a dudas. En los momentos en los que la situación del mercado no te permite avanzar, eres tú el que tienes que estar por delante. Hay que invertir, tienes que invertir en formación. El día en que tienes siete barcos en el muelle y tienes a 300 trabajadores y te tienes que traer trabajadores de fuera porque ya no hay más en la Isla... No tienes manos para formarte ni para avanzar, es el momento en el que puedes planificar el futuro de la empresa, y hacia dónde quieres llevarla. Tienes que invertir en el futuro, y en buscar dónde están los flujos de dinero y adaptar tu empresa hacia esos nuevos flujos.
¿Tienen previsiones sobre cuándo se recuperará el mer-cado?
Yo puedo dar mi impresión particular. Cuando hablamos de recuperación del mercado, hay que tener mucho cuidado con lo que se habla: lo que no podemos es prever es que el mercado se vaya a recuperar con los niveles en los que estaba en 2012, que estaba en 115 ó 120 dólares el barril; según los analistas, eso no se va a recuperar jamás, porque el tiempo que tarda en recuperarse la economía en sí misma va a producir, paralelamente, que otros productos alternativos al petróleo salgan al mercado con suficiente fuerza. Los analistas internacionales hablan de que la estabilización del petróleo a finales de 2017 está rondando los 60 ó 70 dólares por barril, que son unos precios aceptables para la mayoría de los productores internacionales. Hablamos de una estabilización, más que de una recuperación, del mercado, que puede ser progresiva en 2017 y que no implica que vaya a revertir en 2017 en una mayor inversión.
Ha hablado con algunas de las empresas del Puerto de aquí. En comparación con otros recintos, ¿en qué situación se encuentran?
Una cosa que siempre ha caracterizado a las empresas de Las Palmas es que tienen experiencia. Llevan muchos años en el sector y han invertido mucho dinero en infraestructuras y en formación y tecnologías. Es cierto que el sector del Oil&Gas se le ha venido encima, entonces yo creo que están en un proceso de adaptación y se les ha quedado corto el proceso y van a tener que pasar por un nuevo proceso de readaptación. Creo que están de sobra preparados, son empresas que llevan muchos años en el mercado y que han pasado por todas las crisis del puerto y ahí siguen; están más que preparados para poder afrontar este nuevo reto del futuro con garantías para que el Puerto siga siendo puntero en lo que es: en reparación naval y en servicios a los buques y a su personal, por poner algunos ejemplos.
¿Y qué falta por perfec- cionar?
Para eso habría que hacer un análisis más profundo sobre cuáles son las debilidades que tiene el Puerto. Quizás ese análisis, desde una visión tan lejana como puede ser la mía, no lo puedo ofrecer. Como destaqué antes, lo que sí que creo es que todo pasa por una buena gestión empresarial, de los proyectos, personal y de los recursos técnicos. Por ahí pasa que las empresas de Las Palmas sean capaces de sobrevivir, de avanzar y de quedarse en el mercado.
¿Es cierto que en el sector de las reparaciones navales las empresas están emigrando a Noruega con el objetivo de que se reduzca el desempleo?
No tengo conocimiento de ello. Lo que sí es cierto es que muchas veces se confía en la experiencia de la empresa con la que vas a trabajar, y no arriesgas un proyecto de 60 ó 70 millones de dólares con una empresa que no conoces o que es, entre comillas, nueva en el sector y no terminas de confiar en ella. Es probable que haya empresas que prefieran enviar sus embarcaciones a Noruega porque ya han trabajado allí, saben como trabajan y les va a causar menos problemas que empezar en un puerto nuevo con empresas que son jóvenes en el mercado. Eso es una gran desventaja del Puerto de Las Palmas; y lo importante es conocerla, para paliarla.
¿Cuál es el principal reto que tienen la Autoridad Por-tuaria y las empresas instaladas en La Luz?
La búsqueda de dónde están los nuevos flujos de dinero, del Oil&Gas, que no es que haya terminado, sino que se ha reconducido. Y apostar por una gestión de calidad, que es la clave del éxito en este momento en el que se está exigiendo a todas las empresas que haya una efectividad financiera a la hora de generar proyectos. La gestión yo creo que es el punto flaco de muchas empresas ahora mismo.
