La poda de las palmeras canarias del parque San Telmo, el pasado jueves, constituyó un verdadero espectáculo porque la gran altura que tienen los ejemplares más viejos, obligó a los jardineros a utilizar una grúa de grandes dimensiones para llegar hasta ellas. La palmera de la foto, de más de diez metros de altura, es una de las de mayor porte del parque San Telmo y tiene una antigüedad que supera los cincuenta años. LA PROVINCIA