El antiguo Egipto revivió hace unos días en el colegio Claret de Tamaraceite de la mano de los 330 escolares que cursan 1º y 2º de la ESO, quienes enseñaron a compañeros y padres cómo era el proceso de momificación. Fue una de las diversas actividades que realizaron chavales y docentes para conocer el legado de esta civilización.
La vida en el Nilo, el proceso de la momificación, el interior de una pirámide, el significado de los jeroglíficos y todo el conocimiento que desplegaron los antiguos egipcios se hizo realidad hace unos días en el centro gracias a uno de los proyectos pedagógicos que se desarrollan en el mismo, cuyo objetivo no era otro que el que los chicos conocieran el legado de la civilización egipcia y de que ellos fueran los protagonistas de su propio aprendizaje.
Así lo señaló esta semana Ignacio Jiménez, director pedagógico del centro, quien explicó que durante tres semanas los escolares y los profesores se sumergieron en el Antiguo Egipcio para conocer distintos aspectos de esta civilización desde todas las áreas del curriculums, ya que se trata de un proyecto interdisciplinar.
Los escolares no solo aprendieron datos de historia, sino también qué plantas nacían sobre los lodos que dejaba el río Nilo en sus crecidas, cuestiones de geometría, base para levantar las tres famosas pirámides de la meseta de Guiza, los dioses a los que adoraban; entre otros contenidos del curriculum escolar.
El proyecto tuvo también una parte creativa. Los escolares fabricaron máscaras para conocer cómo se representaba a los muertos en los sarcófagos, plantaron plantas para destacar la importancia del Nilo en el pueblo egipcio, levantaron una pirámide con sillas y mesas para entender este tipo de construcción, escribieron paneles de jeroglíficos para contar historias igual que hacían los egipcios en los muros de sus palacios y tumbas y representaron escenas vestidos de faraones para comprender mejor qué principios regían en la época. Incluso se sumergieron en sal para explicar uno de los procesos de la momificación. Actividades artísticas que dieron a conocer a sus compañeros y padres durante unas jornadas de puertas abiertas.
Los estudiantes crearon hasta una bitácora y un blog para contar las actividades y el proceso de aprendizaje.
El proyecto es la segunda vez que se realiza en el centro, después del éxito que tuvo el pasado año la experiencia con los Cuentos de Navidad, de Charles Dickens, como telón de fondo.
"Los chicos aprenden con una motivación distinta. El año pasado fue un éxito y este año buscamos un tema que también fuera atractivo para ellos y que tuviera cabida en todas las programaciones curriculares", contó Jiménez, quien destacó que el objetivo del proyecto es que "el alumno se convierta en protagonista de su aprendizaje, que investigue por sí mismo y que el maestro sea solo un guía".
Jiménez resaltó que este tipo de trabajos contribuye también a que los chicos trabajen juntos y que cooperen entre ellos, actitudes que les servirán en su vida cotidiana y profesional.
