Más de 140 estudiantes de Primaria comprobaron ayer en la plaza de Santa Ana la importante labor que realizan los bomberos en la ciudad en materia de extinción de incendios, salvamento y rescate disfrutando del material con el que trabajan, subiendo a los vehículos con los que operan, pero también asistiendo a una charla divulgativa sobre cómo actuar en caso de que haya fuego en una vivienda. Uno de los casos típicos en los que actúan estos profesionales.
Bajo una carpa, un grupo de pequeños seguía atento los últimos minutos de una película de dibujos animados, que apenas se veía porque la loneta era blanca y dejaba entrar la luz, y que narraba cómo los bomberos salvan a Raúl y Raquel, dos menores, que estaban solos en casa y atrapados por un incendio, pero que habían tenido la valentía de llamar a los bomberos.
¿Han aprendido algo?, preguntaba al finalizar David García, agente del servicio que, junto al cabo Rafael Morales, eran los encargados ayer de resolver dudas y responder a las curiosidades de los pequeños, vestidos de gala para asistir a la condecoración de sus compañeros en las Casas Consistoriales.
Como nadie contestaba, los agentes lanzaban los primeros consejos. "Es muy, muy importante que conozcáis bien la dirección de casa para que se la digáis bien a los bomberos", señalaba uno. "Lo que no podemos hacer nunca es escondernos. Estamos en peligro y no hay que esconderse en casa, para nosotros será más difícil encontraros", puntualizaba el otro.
Curiosidad
Los chicos, animados, preguntan: ¿Cuántos incendios hay en la ciudad?; ¿apagan incendios en papeleras?; ¿y en barcos?; ¿y en barcos militares?; ¿con cuántos años hay que ser bombero? A cada una de las dudas iban respondiendo los agentes, que indicaron que los pucheros sobre las cocinas, los enchufes sobrecargados al lado de un mueble, de una cortina, y acostarse con un cigarrillo son los mayores peligros para provocar un fuego en casa.
Las charlas sobre prevención de incendios y cómo actuar en caso de peligro son algo habitual en el cuerpo de bomberos. Así lo indicó el alcalde Augusto Hidalgo, que dijo que es una "actividad cada vez más demandada en los centros" y también por el resto de los ciudadanos. Lo confirmaron David y Rafael, que señalaron que los escolares entre siete y ocho años son los que mejor adquieren el conocimiento del peligro que representa un incendio.
