Las tres candidaturas coinciden en que la Náutica tiene que seguir siendo el estandarte del club. El candidato Adolfo López apuesta por crear afición dentro de los más pequeños, fomentando que las salidas coincidan con alguna regata importante para que los chicos se animen a continuar en la práctica deportiva. "Nos hemos encontrado en estos años con niños muy buenos, que cuando llegan a los doce dejan de navegar, se marchan porque no tienen continuidad con el resto de la gente en otras categorías superiores". Javier Sánchez-Simón, por su parte, se compromete a "elevar en un 25% el número de socios interesados" en este campo para evitar que esa separación que hay entre los "náuticos y el resto de los socios" sea más evidente. Para ello, potenciará el interés de la gente hacia la náutica comenzando con los niños y con los aficionados que no tienen posibilidades de practicarla, bien porque no tienen barco o compañeros para navegar. "Crear una bolsa para, por ejemplo, el que quiera salir el sábado que se apunte y encuentre compañero" o retomar las galas náuticas para que se conozca la gente.

Adolfo López apuesta también por atraer a las administraciones públicas -Ayuntamiento de la ciudad y Cabildo insular- para ayudar en regatas que organice el club como la última del Campeonato Europeo, que puntuaba para las Olimpiadas. "No solo porque nuestro reglamento indica que somos una sociedad para el fomento de la náutica y del turismo, si no porque esas prácticas deportivas de nivel internacional apenas tienen proyección social si no se cuenta con esas ayudas". Un aspecto que Javier Sánchez-Simón puntualizó con un acuerdo, pero siempre y cuando la entidad no se convierta en un "instrumento de las administraciones". En su opinión, el Náutico ha demostrado durante sus más cien años de historia que tiene "capacidad de organización con pocos recursos, gracias a los socios y al personal del club" y es lógico que lidere cualquier evento que se organice de este tipo y que cuenta con las ayudas de las administraciones públicas si éstas también "van a salir ganando" con la proyección turística o con el rendimiento económico que dejé cualquier actividad. En este sentido, dijo que el Club debía de aprovechar la "marca de prestigio" que se ha forjado durante años para tocar las puertas tanto a las públicas como las privadas y saber hacerlo con fórmulas imaginativas "coste-beneficio" para conseguir lo que se quiere, bien con la cesión de espacios públicos por parte de la administración o el patrocinio de empresas privadas a cambio de publicidad.

Para Fernando del Castillo, el problema de no recibir ayudas reside en que muchos políticos actuales ven al Náuti-co "como un sitio de pijos" y que la crisis también ha hecho mella en las empre- sas que antes les patrocinaban. Indica que para impulsar esta práctica deportiva hay que contar con "náuticos" al frente del club. "Si queremos proyectar la náutica y no hay nadie que sea conocedor de esto no se logran los mismos objetivos que cuando tienes a alguien que sabe como Adolfo y yo, que nos salieron los dientes en el Náutico".