La rotura de una gran tubería de la red de suministro de agua en La Laja, muy cerca de la potabilizadora, ha provocado una avería que dejará sin agua durante la mañana de hoy a decenas de miles de vecinos de las zona baja de la capital, informó anoche un portavoz de Emalsa a petición del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

La rotura de la tubería, de 80 centímetros de diámetro y por la que circula buena parte del caudal que abastece a la ciudad, se produjo en la autopista GC-1, a la altura de La Laja en dirección Norte. La fuerza del agua afectó a varios vehículos y obligó a intervenir a los bomberos. Además, la avería provocó el cierre de la vía durante una hora, así como retenciones en el tráfico durante la noche. Por este motivo, la Policía Local de la capital recomendó acceder a la ciudad desde la GC-3 a los vehículos que vinieran del Sur. La Guardia Civil reguló el tráfico. La situación del tráfico no obstante ya ha quedado normalizada.

Al cierre de esta edición no solo se desconocía el motivo que provocó la fractura de la red de suministro sino que tampoco se podía ofrecer un cálculo de las horas que se iba a tardar en reparar los desperfectos y reanudar el normal suministro a los hogares.

El portavoz de Emalsa indicó cerca de las doce de la noche que se daba por seguro que la parte baja de la ciudad, "desde La Laja hasta al Puerto", tendría problemas de abastecimiento de agua. "Los operarios estarán trabajando toda la noche, pero por mucha prisa que se den, una vez arreglada la tubería se tardará tiempo en recuperar la presión del agua", destacó. No obstante, desde anoche mismo la Compañía ha puesto en marcha vías alternativas de suministro de agua para evitar, en lo posible, afecciones a la población, explica en un comunicado remitido a primera hora de este martes, en el que también confía en que la situación quede normalizada a lo largo de la jornada.

Esto implica que la falta de potencia afectará especialmente al impulso del agua en los edificios altos que tengan el suministro directo y no usen ya depósitos o aljibes, algo muy generalizado en la ciudad desde que Emalsa es capaz de abastecer de agua sin interrupciones.