Las primeras indagaciones realizadas por Emalsa para determinar la causa de la rotura en la tubería de La Laja no apuntan a un desgaste por el uso o la falta de renovación de la infraestructura, sino a un fallo en la instalación al soltarse un remache mal colocado, según explicó ayer el alcalde de la ciudad y presidente de la Empresa Mixta de Aguas de Las Palmas (Emalsa), Augusto Hidalgo.

El regidor abordó en el consejo de administración la avería, que se produjo sobre las 21.00 horas del lunes y fue atajada durante la madrugada, al conectar la tubería rota con la red de abasto de la parte alta de la ciudad y lograr que el flujo siguiera hacia la zona baja.

Hidalgo ha encargado un informe a Emalsa de lo sucedido. Todavía no está terminado, pero las primeras impresionas apuntan a una mala instalación. El colector, que tiene 80 centímetros de diámetro, fue colocado en 1998 para abastecer de agua a la capital, entre La Laja y el Puerto. Está construido en fibra de vidrio y su duración útil es de 50 o 60 años. De ahí que se descarte un problema de mantenimiento, aunque habrá que espera al resultado final del informe.

Hidalgo elogió ayer la respuesta de Emalsa para controlar la situación, que dejó con menos potencia de agua a la parte baja de la capital y obligó a cerrar durante una hora la autopista a la altura de la Laja, en dirección Norte, debido al estropicio causado.

El alcalde considera que la empresa ha demostrado "eficiencia" al reparar la tubería en tiempo "récord", pues sólo esté pendiente de que se seque el sellado de la reparación. "Los ciudadanos no han sufrido percances porque se ha actuado de forma eficiente y rápida", añade.

Esa misma noche, según el regidor, se consiguió conectar la tubería estropeada con los depósitos de Casablanca y Las Brujas. Ambos, de 25.000 y de 50.000 metros cúbicos de capacidad, respectivamente, estaban llenos para prevenir este tipo de incidencias. Los principales perjudicados fueron los domicilios sin aljibes.