Un par de cabezas y una pata de cerdo, animal impuro según el Corán, así como unas pintadas en contra del islam aparecieron ayer en el solar de Las Torres donde está prevista la construcción de una mezquita. "Son muchos los vecinos de la zona que no quieren la mezquita, pero hacer esto me parece exagerado", valoraba ayer un residente. El máximo responsable de la comunidad musulmana en la capital, por su lado, aseguró ayer, al conocer lo ocurrido, que "no tiene importancia", informa Fabio García.

El colombiano John Harrison, también residente en la zona, confiesa que la instalación del templo musulmán le da "igual", del mismo modo entiende que "no hay que llegar a estos extremos" para manifestar el descontento. "Es muy desagradable", opina, por su parte, Paula Perera, "no me gusta nada que la gente llegue a hacer este tipo de cosas a modo de protesta, y eso que yo soy de las que no les hace mucha gracia lo de la mezquita aquí, pero lo acepto".

El último intento de frenar la construcción de la mezquita en el barrio fue una alegación que cuestionaba el templo por el "impacto visual" que provocaría. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria rechazó el pasado febrero el recurso vecinal y allanó el camino a la comunidad musulmana para solicitar la licencia para la construcción del templo. El gobierno municipal argumentó que la altura del edificio, minarete incluido, se ajusta a los requerimientos del Plan General de Ordenación para la zona.

De este modo, los vecinos vieron agotadas todas las vías para impedir la construcción de la mezquita en la zona. La aparición de las pintadas y las cabezas de cerdo en contra constituyen un capítulo más en la accidentada historia de la edificación de un templo para la comunidad islámica en Las Palmas de Gran Canaria. Mario Regidor, concejal de Recursos Humanos y del Distrito de Ciudad Alta, condenó este acto de xenofobia. "He dado órdenes de borrar las pintadas y recoger las cabezas de cerdo y la pata, y limpiarlo todo; si no acabamos el viernes, a principios de la próxima semana terminaremos. Es obra de algún o algunos desalmados que han expresado así su descontento con el tema de la mezquita, pero no tiene razón de ser; no representan a la sociedad canaria en general, que es tolerante, y esperemos que no vuelva a haber manifestaciones de esta índole", expuso. Regidor aseguró además que se pasará el caso a la Policía Local para que trate de averiguar quiénes han podido ser los culpables.

En la actualidad, únicamente existe un local en Guanarteme donde pueden acudir los 23.000 musulmanes del municipio. Esta mezquita de Las Torres, que contará con 3.200 metros cuadrados, se llevará a cabo 20 años después de que el Consistorio se comprometiera a facilitar un terreno para un templo musulmán, una promesa que llegó en la década de los 90 del siglo pasado, cuando la comunidad musulmana cedió el chalé que tenía en Ciudad Jardín para facilitar la construcción del túnel Julio Luengo.

Último precedente en Vitoria

Las pintadas y cabezas de cerdo cortadas en contra del islam en el barrio capitalino de Las Torres tienen un precedente reciente en Vitoria, cuando, hace unos días, la que se iba a convertir en nueva mezquita del barrio de Zabalgana apareció con manchas de sangre de cerdo en el exterior y con dos caretas del mismo animal en su entrada, que había sido forzada; un hecho que se produjo tras las protestas vecinales que se habían sucedido en las últimas semanas contra la apertura del templo, que ya funcionaba antes en otra ubicación. Asimismo, en el año 2010, quince miembros de un grupo ultraderechista enterraron un cerdo en un solar del barrio sevillano de San Jerónimo que el Ayuntamiento pretendía ceder a los musulmanes para construir una mezquita; el objetivo del enterramiento de este animal en dicho solar era conseguir que no se llevara a cabo la instalación del templo. Una medida que rechazó en su momento la asociación de vecinos que se había constituido para oponerse a la edificación del templo musulmán.