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El control de la discordia

El nuevo acceso automatizado del muelle Pesquero sufre dos incidentes en un mes - Los trabajadores con vehículos de más de 1,6 metros de altura se quejan

El carril sentido norte sin la barrera de control y a la derecha la señal de aviso de gálibo.

El nuevo control automatizado de entrada instalado en el muelle Pesquero del Puerto de La Luz está dejando tras de sí quejas e incidentes. Desde su puesta en funcionamiento el pasado 3 de marzo al menos en dos ocasiones los vehículos se han llevado por delante la señal que delimita el exceso de gálibo y una barrera de acceso. Trabajadores del Puerto ya han mostrado sus quejas porque los vehículos que superan los 1,6 metros de altura tienen que estar registrados por la Autoridad Portuaria para poder entrar o salir al recinto por este acceso, por lo que quienes cuentan con automóviles de esta altura se ven obligados a utilizar la Avenida Marítima para dirigirse al Centro Comercial El Muelle o al distrito Puerto-Canteras.

Las incidencias se producen a pesar de que las nuevas instalaciones cuentan con la vigilancia de la Guardia Civil y tienen además guardias muertos para que los coches reduzcan la velocidad a su paso. En la primera de las colisiones, un automóvil se llevó por delante una de las barreras de los dos carriles en sentido sur-norte, que aún hoy se encuentra fuera de servicio ya que no ha sido sustituida. El segundo sucedió durante estos últimos días cuando un coche de más de 1,6 metros de altura arrolló el panel que indica el gálibo. En esta ocasión, el choque se produjo a pesar de que hay instaladas unas cadenas unos metros antes que avisan de si el modelo en cuestión puede pasar o no.

Fuentes policiales indicaron que estos controles realizados por agentes de la Guardia Civil son obligatorios tanto en la entrada sur como en la que se sitúa en la rotonda de Belén María. Explican estas mismas fuentes que el recinto portuario es cerrado y aduanero, por lo que tiene que haber un seguimiento sobre las mercancías que entran y salen durante las 24 horas del día. Es por ello por lo que los vehículos industriales tienen que pasar por una inspección ocular y presentar la documentación de la carga que transportan antes de abandonar el recinto.

Con el nuevo acceso automatizado todos aquellos automóviles que superan los citados 1,6 metros tienen que estar registrados por la Autoridad Portuaria para que, de manera automática, la valla se levante y puedan así salir del Puerto. Los usuarios del recinto con un automóvil de esta altura que no tengan esta autorización son desviado al acceso principal.

Esto ha provocado asimismo quejas por parte de algunos empleados del Puerto que acuden a sus puestos de trabajo en todoterrenos o furgonetas, que, debido a la altura, ya no pueden circular por esta vía para acudir a realizar compras al Centro Comercial El Muelle o ir a sus domicilios quienes residen en el distrito Puerto-Canteras, que de esta manera evitaban las aglomeraciones que se producen en las horas puntas en plena Avenida Marítima.

Hasta el pasado 3 de marzo, los controles los realizaba únicamente agentes de la Guardia Civil en el anterior puesto situado en el muelle de Sanapú. Por entonces, no existían barreras ni tampoco tablas de altura para evitar que salieran los vehículos industriales, que tenían conocimiento de que estaban obligados a utilizar Belén María para presentar los documentos aduaneros. Sin embargo, aquellos turismos que superaban los 1,6 metros sí que podían hacer uso de esta salida sin problema.

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