El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria estudia recurrir la sentencia que determina que deberá indemnizar, junto al Gobierno de Canarias, al propietario del popular Chino Rojo por la protección integral del inmueble y su inclusión en el Plan General sin prever una compensación económica por la "restricción" de su edificabilidad respecto a las demás parcelas de la zona. Así lo aseguró ayer el concejal de Urbanismo del Consistorio capitalino, Javier Doreste, quien explicó que "la sentencia está en asesoría jurídica para ver si la recurrimos o no". "Nuestra norma, apuntó, "normalmente, es recurrir, pero hay que valorar cada sentencia para ver las probabilidades que tienes de ganarlas, porque si te condenan con intereses supone aumentar tu deuda".

El propio Doreste aclaró que, "teóricamente, habría que recurrir conjuntamente, así que tendríamos que ponernos de acuerdo las tres administraciones", incluyendo al Cabildo de Gran Canaria, entidad que, según el concejal, tendría que participar económicamente en la indemnización llegado el caso, si bien no figura así en el fallo de la sentencia. "A lo mejor el camino más corto es tirar por el camino del centro y acatar la sentencia, pero basta con que una de ellas quiera recurrir para que los demás también nos veamos obligados a recurrir también", agregó.

El edil, que puntualizó que, aunque no hay una decisión tomada sí existe "preocupación", admitió igualmente que "lo único 'positivo', entre comillas, es que estamos codemandados Gobierno autónomo, Ayuntamiento y Cabildo, lo cual a la hora de las indemnizaciones significa que será menos cantidad cada parte".

Doreste también señaló que "aquí hay un hueco legal por algún lado que no está bien cerrado. Porque si tú después no proteges un edificio, la sociedad te demanda también, y te pueden decir que tenías la obligación de hacerlo, porque la Ley obliga a las tres administraciones a esta protección. ¿Cómo puede ser que la Ley nos obligue a proteger esos edificios singulares y que a la vez nos obligue a indemnizar a nosotros por cumplir la ley? Eso es lo curioso", indicó el concejal antes de sentenciar: "No vamos a echarnos para atrás en nuestra obligación de proteger el patrimonio histórico de la ciudad".

El Chino Rojo es un conocido edificio situado en primera línea de la playa de Las Canteras que desde hace años funciona como restaurante italiano y terraza de copas. Su dueño y otros afectados por la protección de sus inmuebles han presentado una treintena de demandas al considerar que existe una limitación o vinculación singular del aprovechamiento urbanístico. La sentencia del Chino Rojo es la primera de esas reclamaciones que ha resuelto la Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), con sede en la provincia de Las Palmas.