Son las diez de la mañana y un grupo de mujeres taxistas se reúne a desayunar en el bar Pancho Quintana, en Torres Altas. No solo aprovechan los minutos de descanso al volante para reponer fuerzas sino también para intercambiar impresiones y material sobre la labor que realizan desde hace casi un año para la Fundación Cris, una entidad independiente y sin ánimo de lucro que trabaja en varios proyectos de investigación para frenar el cáncer en adultos y en niños. El grupo, en el que también hay hijas de taxistas y algún hombre, confecciona pulseras, llaveros y colgantes para recaudar fondos para la mencionada organización, que tiene un lema muy directo: el cáncer no espera. La investigación es lo único que puede vencerlo.
La iniciativa de colaborar con Cris partió de un grupo de mujeres taxistas de Málaga hace cuatro años y, posteriormente, se implicó la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi. Comenzaron distribuyendo calendarios y luego vieron que era más fácil que la gente colaborase con la fundación adquiriendo pulseras a 1 euro, que ellas mismas confeccionaban con hilos de colores y abalorios donde no falta un ángel de la guarda, un árbol de la vida o un mensaje de aliento para comenzar bien el día.
Las taxistas de la capital, en las que también hay trabajadoras de otros municipios de la Isla - también participan en otros lugares de la Península, se implicaron hace casi un año cuando una compañera de Barcelona se instaló en Gran Canaria y les contó el proyecto. "Nos enviaron el material para que hiciéramos 100 pulseras y fueron pocas", cuenta Tere Talavera, taxista desde hace diez años, para indicar el éxito automático que tuvieron con el boca a boca entre amigos, familiares, conocidos y también entre viajeros, aunque en la capital tienen prohibido tener publicidad de la Fundación en el interior de los coches.
Meri López, con un año y cuatro meses al volante, puntualiza que se han dado cuenta de que su herramienta de trabajo "es el mejor vehículo para difundir la labor de la Fundación" y de que muchos ratos muertos en el coche tienen un buen fin.
La Fundación recibió en enero 36.000 euros de todos los taxistas españoles. Una cifra de la que se sienten muy orgullosas ya que todo el dinero que recaudan va íntegramente a la organización. La iniciativa ha calado y les han salido encargos para comuniones, bodas y bautizos, así que este año esperan que la cifra se incremente.
Leida Macías, que también colabora como hija de un taxista, recalca que lo bonito de la iniciativa es que detrás saben que hay personas. Este año 35 niños con leucemia aguda participarán en el proyecto Lydia, cuyo objetivo es mejorar sus sistema inmunológico y frenar la enfermedad con una terapia celular.
