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El armador Transocean escoge La Luz

La multinacional 'aparca' sus plataformas en el Puerto hasta la firma de nuevos contratos

El armador Transocean escoge La Luz

La multinacional Transocean ha escogido el Puerto de La Luz como hub de parte de su flota de plataformas para que pasen el periodo de inactividad en la capital grancanaria. El armador ya cuenta con dos estructuras atracadas en el muelle de Reina Sofía y durante el próximo mes está previsto que arriben otras tres, dos de ellas permanecerán en aguas de la ciudad hasta conseguir un nuevo contrato y la tercera será preparada para proceder a su despiece. De esta forma, se consolida una de las políticas que viene desarrollando la Autoridad Portuaria, que ha apoyado la entrada de este tipo de embarcaciones para así atraer nuevos tráficos al sector de reparaciones navales, que a lo largo del último año ha visto mermados sus ingresos debido a la crisis del petróleo.

La compañía ya cuenta con los espacios de su agente en la ciudad, la consignataria Hamilton y Compañía, para realizar los trabajos de arribo y mantenimiento de las estructuras. Dos de ellas, la Sedco Energy y la Sedco Express, llevan más de medio año en la ciudad. A lo largo de la presente semana se espera que haga acto de presencia la Cajun Express, que acaba de terminar un contrato para la petrolera Canadian Natural Resources Internacional en Costa de Marfil. Esta nave y la DD1, también denominada GSF Development Driller I, prepararán todos sus equipos para una estancia de largo periodo a la espera de ser reactivadas.

La quinta estructura de Transocean que también atracará a finales de mayo en las instalaciones del Puerto será la Sedco 702, que acaba de finalizar su último trabajo para la multinacional petrolífera anglo-holandesa Shell en aguas de Nigeria. Las fuentes consultadas apuntaron que la plataforma llegará para que las empresas de reparaciones navales procedan durante aproximadamente 90 días a retirar todo el equipamiento. Y es que el armador tiene previsto proceder a su desguace.

El problema con el que se encuentra ahora la Autoridad Portuaria es buscar espacio para el atraque de estos grandes buques, como ya informó su presidente Luis Ibarra tras el último consejo de administración. Las mismas fuentes precisaron que está previsto que la Cajun Express quede amarrada en el muelle Reina Sofía, mientras que la DD1 permanecerá fondeada en la bahía de la capital a la espera de obtener línea de atraque.

Una de las posibilidades de liberar lámina de agua es la salida de los buques perforadores que Ocean Rig mantiene en el Puerto. Ya el pasado sábado partió hacia Grecia remolcada por el ALP Ippon la Ocean Rig Olympia, que estuvo atracada durante algo más de un mes en la prolongación sur del citado dique. Empresas del sector de reparaciones navales como Hidramar y Astican, a través de Rolls Royce, prepararon la estructura para pasar el tiempo de inactividad. Entre los trabajos estaba la retirada de las hélices, que fueron almacenadas en la nave que la división marina de la multinacional británica tiene en el Puerto para así minimizar los gastos de mantenimiento. La misma operación se ha realizado con la Ocean Rig Apollo, que aún permanece en el Reina Sofía, y con la plataforma Eirik Raude, asimismo de la compañía Ocean Rig, que navega ya desde Brasil hasta Las Palmas de Gran Canaria. En este caso, se adaptará la estructura para que sea hundida en las costas griegas.

El sector ve con buenos ojos la activación de la actividad con la llegada de estas unidades después de que en 2015 se redujeran los trabajos de forma considerable debido a la precipitada caída del precio del crudo. El presidente de la Asociación de Reparaciones Navales (ARN), Felipe del Rosario, señaló que "a todos nos interesa que estén aquí, a nosotros, a la ciudad, a todo el mundo, porque, aunque no van a dar ese volumen de trabajo que proporcionaban cuando había más actividad en la extracción del crudo, siempre van a dar un mínimo mantenimiento". En su opinión, el hecho que acudan a La Luz para estacionar genera que "el Puerto sea cada vez más conocido en el sector".

Por su parte, Leandro Aguirreche, director de marketing y ventas del Grupo Zamakona Yards, declaró que "todo lo que sea traer plataformas y que cuando se activen ya tienen La Luz como referente para reparar es positivo". Aguirreche indicó que de esta manera se colabora con un segmento de negocio "que lo está pasando mal" y que, además, proporciona trabajo con el mantenimiento de las estructuras, aunque agregó que "ni mucho menos es el que había" antes de la crisis del petróleo.

Germán Carlos Suárez, vicepresidente ejecutivo de Astican, considera "acertada" la decisión de la Autoridad Portuaria. "Con una industria que apostó por el Puerto en su día no se puede hacer otra cosa que tratar de ayudarlos ahora que lo necesitan", comentó. Y llamó a hacer "memoria histórica" para reconocer la generación de economía que durante los últimos años han creado estos armadores, que se ha repartido entre las empresas de la ciudad. Sin embargo, apostilló que el Puerto debe estar atento a "plataformas chatarras" para que no se queden tiradas en los muelles. "Hay que procurar que todos los atraques de larga estancia sean para plataformas que se reactiven después", dijo. Asimismo, advirtió de la necesidad de establecer un límite para así dejar espacios libres a otras actividades.

La mitad de la flota aún activa

El jefe de desarrollo de negocios de Hidramar, Héctor Peñate, comparte esta opinión. Peñate aseguró que existe un cierto temor a que se formen "embudos" por la falta de atraques en los muelles. "Hay que seguir buscando nuevos proyectos porque hay muchas unidades que siguen trabajando en el mundo, menos de la mitad son las que están paradas".

Una de las preguntas que aún quedan sin respuestas es hasta cuándo permanecerán estas grandes estructuras en el Puerto. Las fuentes consultada apuntan a que, en principio, no se espera que el precio del petróleo aumente lo suficiente durante este año para que así se reactiven las plataformas, por lo que habría que esperar al devenir de la economía a partir de 2017 para que el sector de las reparaciones navales vuelva a carburar como lo hizo hasta 2014.

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