El Ayuntamiento de la capital grancanaria ordenó ayer la clausura del aparcamiento de San Bernardo por el posible riesgo de desplome que existe en la planta subterránea más profunda, debido a los importantes deficiencias estructurales detectadas. La empresa Empark, que gestiona el parquin, tiene un plazo de 24 horas a partir de la recepción de la orden de cierre, que ha sido dictada para garantizar la seguridad de los usuarios, ya que el garaje subterráneo carece de las adecuadas medidas de evacuación en caso de siniestro, además de los graves defectos en su estructura.

En el caso de que el concesionario no clausure mañana el inmueble, el Ayuntamiento se encargará de ello, de "forma subsidiaria". La concesión del aparcamiento, de 45 años, venció en noviembre del pasado año. Dos meses después, en enero, el Ayuntamiento realizó el primer requerimiento a la empresa para que entregara el parquin de propiedad municipal.

El informe realizado por los técnicos del servicio municipal de Patrimonio y Contratación plantea la necesidad de demoler la totalidad de la planta más profunda, que se encuentra ahora apuntalada. Es en esta planta donde existe un riesgo de desplome que, según los técnicos, no es inminente, pero sería irreversible en el caso de que no se corrija la situación actual y se agrave la situación de deterioro existente, a causa de la falta de mantenimiento del edificio.

Forjados

El informe técnico detecta también deficiencias en el forjado de hormigón, estructuras metálicas afectadas por el óxido y filtraciones de agua a través de las paredes. Según los técnicos de Geursa, tampoco existen medidas de extracción de humos y gases que eviten la contaminación atmosférica y también incumple la normativa de accesibilidad para personas con movilidad reducida que establece la ley.

El pésimo estado del edificio resulta evidente, con una simple observación visual, tanto en sus entradas como en el interior, con desconchones por todos lados y muy poca iluminación.

En la página web del aparcamiento se pueden leer varios comentarios de usuarios, realizados hace años, en los que estos se quejan de lo "mal cuidado" que está el inmueble. "Le hace falta una manita de pintura", critica uno. Otro denuncia que "está lleno de goteras".

Otros usuarios del parquin manifestaban ayer que "lo raro es que no lo haya clausurado todavía". El contrato con la concesionaria, que fue suscrito en el año 1970, acaba de finalizar tras cumplirse su plazo de 45 años. La orden de cierre se dictó ayer, tras haberse efectuado, sin éxito, un primer requerimiento el pasado mes de enero, fecha en la que finalizó la concesión.

El servicio de Patrimonio le dio quince días para ello a la concesionaria, pero ayer por la tarde el parquin seguía abierto y funcionando con normalidad.