La Audiencia de Las Palmas ha condenado a tres años de prisión a un hombre de 68 años, después de que un jurado popular lo considerara culpable de la muerte de una amiga, que previamente intentó matarle a él, tras discutir y haber intentado ambos mantener relaciones.

Según la sentencia, hecha pública hoy, conforme a lo dictado por el tribunal jurado, el acusado Cesáreo García Fernández es autor de un delito de lesiones agravadas en concurso con un delito de homicidio por imprudencia grave en el que concurre la eximente incompleta de legítima defensa.

El acusado, además, deberá indemnizar con 90.000 euros a los hijos de la víctima, Araceli Paulina Araujo Fernánez, por los daños y perjuicios morales causados.

Según los hechos probados, el acusado, que residía en Tenerife, viajó a Lanzarote el 4 de febrero de 2015 para visitar a la fallecida, y tras recoger ella al procesado en el aeropuerto, se fueron a un bar donde este se bebió dos ginebras, si bien al llegar a la casa de la amiga, se inició una discusión entre ambos y el acusado volvió a ingerir alcohol e intentaron mantener relaciones.

Durante la discusión, la víctima agredió de manera sorpresiva al procesado por la espalda con un cuchillo de cocina, pues su intención era quitarle la vida, por lo que se inició un forcejeo entre ambos en el que el acusado clavó el cuchillo a su amiga, una única vez y sin intención de causarle la muerte, para defenderse y quitársela de encima y poder huir.

La reacción del acusado fue desproporcionada porque le pudo haber causado un mal menos grave para defenderse, según los hechos probados, que señalan además que el procesado, tras su agresión, recogió sus pertenencias y abandonó el lugar y, sin mostrar signo alguno de arrepentimiento, abandonó la vivienda, a la que regresó porque se había dejado su bastón, para dirigirse al aeropuerto, donde fue detenido.