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El contratista para la obra de la carretera de Tafira porque Urbanismo no le paga

Doreste asegura que hoy se reanudan los trabajos

La calzada hundida, diez días después de su asfaltado, en la carretera de Tafira. LA PROVINCIA / DLP

La empresa Acciona, contratista de las obras de urbanización de la travesía de Tafira, decidió ayer paralizar los trabajos como medida de presión para que el Ayuntamiento de la capital grancanaria le abone el dinero de la primera fase de la obra, que asciende a 600.000 euros y que fue certificado el pasado mes de diciembre a la sociedad municipal Geursa. Los vecinos de la zona expresaron ayer su alarma ante la posibilidad de que las obras se retrasen aún más, por los perjuicios que ello genera sobre todo a los comerciantes.

Los vecinos también se quejaron de los defectos de las obras y advirtieron que uno de los tramos que se asfaltó se hundió a los diez días, tras abrirlo a la circulación, lo que obligó a volver a pavimentarlo.

El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, por su parte, aseguró que los trabajos serán reanudados hoy. "Oficialmente, no tenemos ningún comunicado de la empresa en la que nos notifique que la obra esté parada", señaló Doreste, que justificó el retraso en el pago porque la empresa presentó la certificación de la primera fase en diciembre pasado.

"La certificación entró al final del ejercicio y el pago tiene un retraso de tres meses", porque hay que esperar a la liquidación del año pasado para hacer efectivo el pago. La cantidad se abonará, añadió, "entre abril y mayo". Javier Doreste reconoció que se ha producido un retraso, que atribuyó a la coincidencia con el final del ejercicio pasado, pero consideró también que "la obra tenía que haber empezado en mayo del pasado año y arrancó en agosto. Fuimos nosotros los que hicimos que la empresa comenzara la obra", que tiene un coste total de 1,6 millones de euros. El concejal se mostró convencido de que los trabajos concluirán en junio próximo como está previsto.

Mientras tanto, el malestar crece entre los vecinos, que siguen exigiendo que se talen todos los eucaliptos de las aceras y se sustituyan por otros árboles. "Esa obra no está hecha con la cabeza, porque los eucaliptos impiden que las aceras cumplan con la ley de accesibilidad", se quejó Rafael Gómez, uno de los vecinos que además resaltó junto a otros miembros de la plataforma por la carretera de Tafira que la "calidad de la obra deja mucho que desear. Es pésima. En uno de los tramos de la carretera de bajada no compactaron bien el firme antes de poner el asfalto y unos diez días después de abrirlo al tráfico se hundió. Se produjeron unos baches en el pavimento de más de 15 centímetros. Levantaron el asfalto e inyectaron hormigón. Nos tememos que, como el resto lo hayan hecho igual, dentro de un año esté toda la carretera levantada. Hay que vigilar estas obras que pagamos todos, porque esto es un auténtico desastre".

Por su parte, Pedro Ramos, de la asociación de vecinos Bandama, consideró "lamentable" lo que está pasando. "Los vecinos nos enteramos el pasado viernes, por los obreros, que se paraban las obras y que el sábado era el último día que venían a trabajar", explicó Ramos, quien expresó el temor de los residentes a que "las obras se paralicen. Esto no se puede quedar parado mucho tiempo, porque está perjudicando a los vecinos y, sobre todo, a los comerciantes, cuyos negocios se están resintiendo desde hace meses".

A las críticas vecinales se sumó David Suárez, concejal de Unidos por Gran Canaria, quien acusó al alcalde Augusto Hidalgo de "consentir" la paralización de la obra de la GC-111 por impago. "la obra se mantendrá abandonada hasta que Doreste se digne a pagar. La falta de entendimiento de Geursa con la contrata perjudica a los vecinos de Tafira. Tan sólo han pagado la primera certificación, alrededor de 90.000 euros de los 1,6 millones y, en cambio, se ha ejecutado el 80% de la obra". Según Suárez, "la que fuera la primera actuación de Doreste, preparada desde el anterior mandato por el Cabildo de Gran Canaria, se le ha ido de las manos. Una obra con una duración prevista de seis meses, que Doreste abandona. Ya han pasado ocho meses y encima paralizada. ¿Si esto es lo que ha conseguido Doreste en los diez meses que lleva gobernando, cómo será el resto del mandato? El alcalde tiene que tomar las riendas de este Ayuntamiento".

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