La investigación del caso de cohecho continuado en el Puerto que se juzga la Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas desde el lunes se inició cuando otro comerciante trató de sobornar a un agente del Instituto Armado para que importara mercancía ilícita. Los guardias civiles que declararon ayer como testigos apuntaron este detalle en la segunda sesión del juicio, que se celebra ante un jurado popular y en el que se acusa a un empresario, un abogado y un funcionario de Aduanas, estos dos últimos cuñados, por cohecho continuado al introducir por el Puerto de La Luz figuras falsas de souvenir en contenedores.
Los propios funcionarios del cuerpo de seguridad estatal reconocieron durante su declaración que en 2008 recibieron una llamada anónima que alertaba de que un empresario estaba pagando a un empleado de Vigilancia Aduanera para salvar los controles. No fue hasta 2011 cuando, al detectar objetos ilegales durante la inspección de un contenedor, la persona nombrada en la llamada anónima trató de sobornar a un agente para que hiciera la vista gorda. Entonces se inició una investigación que, tras el pinchazo de numerosos teléfonos, derivó en una segunda rama que dio con la detención del empresario ahora enjuiciado, Shashi N. K., su antiguo letrado, Juan Manuel G. C., y el funcionario de Aduanas, Mario César H. S. por introducir, con la connivencia del trabajador de Aduanas, figuras del Diablo de Timanfaya falsas.
Las escuchas intervenidas a estas tres personas se convirtieron en la principal pruebas. Según los guardias civiles que intervinieron en las pesquisas, detectaron que los dos familiares (el abogado y el empleado de Vigilancia Aduanera) utilizaban un "lenguaje convenido" como el de los narcotraficantes en el que llamaban tabla a los contenedores y talleres a Aduanas. De esta forma, evitaban hablar de las actividades ilícitas por si tenían los teléfonos pinchados.
Entre los más de una decena de testigos también estuvo la técnico de Hacienda, que fue coordinadora de Mario César H. S. Ésta reconoció que la selección de contenedores se realiza de manera telemática, sin que intervengan los funcionarios, que ella designaba quién los inspeccionaba, aunque también apuntó que los empleados pueden intercambiar la comprobación de uno u otro.
