La Provincia - Diario de Las Palmas

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"El concurso nos da la oportunidad a los jóvenes de tocar y seguir estudiando"

Alba Gil Aceytuno en la Guarida del Blues, en Las Canteras. LP / DLP

¿Qué le motivó a presentarse al concurso?

Pensé que poder tocar como solista en una banda llena de profesionales era una experiencia que no me podía perder. El reto de preparar la obra junto al aporte económico fueron las dos grandes motivaciones. Creo que la música es demasiado subjetiva para que los concursos sean completamente justos, pero me pareció una iniciativa genial y que nos da a los jóvenes la oportunidad de tocar y continuar nuestros estudios dónde nos lo propongamos.

¿Por qué escogió la pieza Pequeña Czarda para el concurso?

La elegí por su influencias del jazz y la música del este de Europa, que son estilos que me fascinan. Llevaba trabajando en ella bastante tiempo porque tuve la oportunidad de tocarla como solista en Navidad con la banda del conservatorio y la Municipal por obtener matrícula de honor en saxofón. Además es una pieza muy bonita y como he escuchado muchas interpretaciones distintas, quise hacer la mía propia.

¿De dónde viene su pasión por la música?

Es algo que siento desde niña, fueron mis padres los que me inculcaron el amor por este arte. Mi madre es pianista y profesora de música, es mi mayor apoyo. Elegí el saxofón porque mi tía tenía uno que no usaba, y por una canción de mi grupo preferido Extremoduro, que tiene un solo de saxo precioso. Aunque no considero que proceda de una única experiencia, es fruto de los conciertos que he podido disfrutar en el Womad, en el Festival de Jazz, y en los bares en los que se toca música en directo, así como los casettes y discos que escuchan mis padres. Además, tener amistades que comparten esta pasión, hace que sea aún mayor.

¿Qué formación en música tiene?

Comencé a estudiar en la Escuela Municipal de Música de Las Palmas, donde estuve tres años. Luego me presenté al Conservatorio Profesional, en donde llevo siete años estudiando y en el que acabaré el grado profesional este año con el profesor Esteban Ponce. También he asistido a distintos seminarios y cursos, como el Teror Saxophone Academy o el Curso de verano de La Aldea.

¿Dónde se especializó en el jazz?

Me inicié en el mundo del jazz por mi cuenta, pero he tenido la suerte de contar por el camino con la ayuda de distintos profesores, como el maestro José Alberto Medina (que está revolucionando por completo la cultura en Las Palmas con su proyecto La Fábrica La Isleta), el saxofonista José Ángel Vera y el profesor Enrique Villamil. Me ayudan a profundizar en la armonía y la educación auditiva, ya que apenas se estudia en el conservatorio. Mis amigos Nelson Saavedra y Héctor Matacherry, junto a los que formo un grupo llamado Zumurrud, en el que tocamos temas de cosecha propia, también juegan un papel muy importante en mi crecimiento musical y personal.

¿Cuál es su músico de refe-rencia?

La verdad es que es una lista muy larga (jajaja), pero si tuviera que elegir a uno sería John Coltrane, cuya personalidad peculiar y estilo característico cambiaron por completo el curso de la música.

¿En qué festivales ha parti- cipado?

Tuve la suerte de participar en los previos del último Festival de Jazz de Canarias, así como en el Bioagaete y el Cine+food. Además, en 2014, tuve la gran oportunidad de dar un concierto en el Congre-so Europeo del Saxofón, en Ciu-dad Real.

¿Hacia dónde quiere dirigir su carrera musical?

A pesar de que la música clásica me parece increíble, decidí enfocar mi carrera hacia el jazz y los estilos modernos, porque me siento más cómoda tocándolos, y porque te permiten compartir tu música en conciertos, jam sessions en bares y lugares más informales que las salas de conciertos.

Ahora esta en Holanda para una prueba, ¿cómo le ha ido?

Sí, justamente acabo de presentarme a las pruebas para acceder a los estudios superiores de Jazz en el Royal Conservatorium de La Haya. Me acaban de informar que estoy admitida. Tengo muchísimas ganas de comenzar aquí los estudios de Jazz, que por desgracia me hubiera sido imposible cursar en la isla, ya que no existe saxofón jazz como titulación.

¿Qué anécdota recuerda con más cariño?

El pasado domingo toqué junto a los hermanos Thioune en el Espal de Vecindario (gracias al bajista José Carlos Cejudo, quien está confiando en mí para acompañarle en sus conciertos), y olvidé el colgante que sujeta el saxo y tuve que tocar con un pañuelo. Pero la anécdota más reciente, y que además está relacionada con el propio concurso, es que estuve a escasos segundos de ser eliminada como concursante por llegar tarde al escenario. Soy bastante despistada, y eso me suele jugar algunas malas pasadas

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