El alcalde de la capital grancanaria, Augusto Hidalgo, asumió el pasado 27 de enero la estación depuradora de Tamaraceite, así como la ampliación de la central de Tenoya y el resto de instalaciones del proyecto, pese a la multitud de fallos detectados en las infraestructuras y sin ningún tipo de certificado que garantizase que las obras estaban listas para entrar en funcionamiento. Tres meses después de presentar la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) Tamaraceite a los medios de comunicación, ésta sigue sin funcionar, porque Emalsa se niega a arrancarla. La compañía mixta exige más dinero al Ayuntamiento porque se trata de una nueva planta no incluida en el contrato de depuración y, también, debido a las anomalías e incidencias detectadas en los informes de diagnosis y el consiguiente coste económico que requerirá su corrección. Emalsa advirtió, además, de que la planta no se puede poner en marcha sin las autorización para verter al barranco o por el emisario y también falta el permiso para reutilizar el agua depurada y la legalización de la Consejería regional de Industria.
El Ayuntamiento aprobó una resolución el pasado 17 de febrero por la que hizo "formal entrega" de la estación a Emalsa, a la que instó a poner en marcha las instalaciones de "manera inmediata", así como a efectuar en dos meses un diagnóstico final con las anomalías. Emalsa le respondió el pasado 3 de marzo, casi un mes después, con un recurso de reposición, negándose a recibir la instalación en las actuales condiciones. En ese recurso, la compañía del agua advierte al Ayuntamiento que el funcionamiento, explotación y mantenimiento de la planta, así como la corrección de las anomalías e incidencias, le genera a Emalsa unos costes añadidos, que no están contemplados en ningún lado.
El acta de enero pasado, por la que el Ayuntamiento recibe del Gobierno canario las instalaciones, no hace ninguna mención a la necesidad de corregir los más de treinta defectos detectados por los técnicos, a los que hay que añadir la ausencia de autorizaciones para realizar vertidos al barranco y al emisario, así como para reutilizar el agua. En el documentos sólo se dice que las instalaciones recibidas por el Ayuntamiento se encuentran en un "aparente buen estado".
Garantía
La concejala de Parques y Jardines, Inmaculada Medina, aseguró el pasado viernes que en estos momentos se está negociando un "convenio" con Emalsa para establecer el dinero que recibirá la compañía del Ayuntamiento por la gestión de la nueva planta y por la corrección de los errores detectados. Medina, que efectuó las declaraciones en lugar del concejal de Aguas, Roberto Santana, aseguró que aún no hay fecha para que la planta comience a funcionar. "El Ayuntamiento recepcionó la planta" en enero pasado, sostuvo, "porque la garantía de la UTE que construyó la obra se acaba el próximo 26 de julio".
La concejala sostuvo que el Ayuntamiento reclamará al Gobierno canario, para que a su vez haga lo propio con la UTE, el coste de la corrección de las anomalías. El proyecto fue adjudicado en 2010 por el Gobierno canario a la Unión Temporal de Empresas Edar de Tamaraceite, formada por Ferrovial, Agroman S.a., Cadagua S.A., y Hermanos Santana Cazorla. "Este expediente", explicó la concejala, "se remonta al mandato anterior, desde que se inventaron la intervención de Emalsa y no es algo nuevo. Se ha presentado un borrador de convenio entre el Ayuntamiento y Emalsa", en el que la compañía solicita financiación para la gestión de la plan ta y el arreglo de los fallos. "Si no hubiéramos recepcionado las instalaciones, sí que hubiéramos tenido que pagar la corrección de los fallos. Puede haber pequeñas cosas que hay que arreglar, pero eso lo tuvo que hacer el gobierno anterior", dijo Medina refiriéndose al mandato de Juan José Cardona. Añadió que el gobierno tripartito "llegará hasta donde haga falta para reclamar que la garantía cubra" el arreglo de los defectos que se encuentren, cuyo coste no será muy alto, según sus cálculos.
La edila añadió que el Ayuntamiento está pendiente de recibir lss autorizaciones que se precisan para realizar los vertidos al barranco y consideró que las subsanaciones de las anomalías.
