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Obituario

Adiós a 'Paco el Guagüero', chófer generoso y sindicalista ejemplar

Nacido y criado en el barrio capitalino de San Roque, donde fue incluso monaguillo, ingresó en el Ejército antes de integrarse en Guaguas Municipales en 1988

Adiós a 'Paco el Guagüero', chófer generoso y sindicalista ejemplar

Adiós al chófer entregado. Francisco Acosta (Las Palmas de Gran Canaria, 1959), conocido popularmente como Paco el Guagüero, falleció de un ataque al corazón el pasado domingo. Descrito por los que lo rodeaban como una persona atenta, era especialmente conocido en su barrio, San Roque, aunque también al volante de la que fue su herramienta de trabajo durante gran parte de su vida: la guagua de la línea 51. A su faceta de sindicalista en la empresa municipal de transporte se sumó su tarea como presidente de la Asociación Deportiva El Batán, en la que estuvo muy implicado hasta hace dos años.

Nacido y criado en el barrio capitalino de San Roque, donde fue incluso monaguillo, ingresó en el Ejército antes de integrarse en Guaguas Municipales en 1988. Como chófer, según cuenta el periodista Juan García Luján, quien fuera su vecino, "tenía muy buen rollo con los pasajeros". "Alguna pibita que se quedó embarazada te lo contó a ti antes que a su padre, y tú hiciste de intermediario para que el viejo no montara un incendio en la casa. Tampoco faltaba el 'venga, móntate', para el vecino que subía la cuesta y que sabías que no tenía ni para un bonoguagua", expuso en su blog, en el que le dedicó unas palabras el lunes pasado.

Acerca de su trayectoria sindical, Rafael Marrero Feluco, histórico líder en la defensa de los trabajadores de Guaguas Municipales, lo recordará siempre como un luchador y un compañero ejemplar. Así, destaca especialmente cuando, en 1995, siendo el popular José Manuel Soria alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, encabezó una manifestación "con la que se logró que no se privatizara la compañía".

Al respecto, Marrero comentó así una publicación en su muro de Facebook: "Si tenemos algo en esta sociedad de diseño injusto se lo debemos a personas luchadoras como Paco Acosta, Antonio el Verdura, Agustín el Cabeza y todos aquellos guagüeros que lucharon y marcaron el camino para que una plantilla de trabajadores que no llegan al millar se hayan convertido en vanguardia de la clase trabajadora canaria. Gracias, Paco, por el legado que dejaste a todos los compañeros guagüeros, desde los que se han quedado en el camino hasta los que han recogido las nuevas generaciones. Estamos en condiciones de mantener nuestra posición social y sindical y de mantener con dignidad los principios que hasta aquí no trajeron. Seguimos en la brecha, hasta la victoria, siempre".

Algo a lo que también hace referencia Juan García Luján en su entrada, cuando apunta que "aquella huelga te costó un despido en las fechas navideñas y algún infarto que vino luego. Pero se frenó la privatización de Guaguas y los recortes de los salarios".

El periodista atribuye a Acosta la consecución de derechos para los empleados de la empresa municipal, pero también para los ciudadanos de la capital. "Esta ciudad tiene una compañía pública de guaguas gracias a que tú te dejaste la piel y parte del corazón en esa lucha. San Roque pierde a uno de sus vecinos más nobles", añade.

El propio García Luján subraya lo mucho que aprendía conversando con él: "Cada vez cuesta más encontrar a trabajadores con conciencia de clase y con esa capacidad de filosofar, de intuir el horizonte que se viene si seguimos cruzados de brazos, si dejamos las manifestaciones para los liberados sindicales y jubilados con nostalgia de puños en alto. Lo tuyo no era discurso para quedar bien. En los momentos difíciles no me faltó tu 'Juanillo, cualquier cosa que necesites?' Sabía que estabas ahí, Paco, ese vecino por el que valía la pena volver a San Roque".

A su entierro, además de sus tres hijos, Ariel, Borja e Ione, y su esposa, Pino Sánchez, acudieron cientos de personas, lo que demuestra lo querido y popular que fue. "Me quedo con lo vivido ayer [por el lunes], el acompañamiento masivo de guagüeros, amigos y vecinos usuarios", publicó Feluco en su Facebook al día siguiente de la inhumación.

De su profesión llevaba un tiempo de baja tras un infarto que sufrió en Semana Santa. Y el día 1 de mayo, Día del Trabajador, se paró definitivamente el corazón de alguien que luchó con tesón, precisamente, por los derechos de los guagüeros. Trabajadores, en definitiva; como él.

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