Hace tan solo un mes y medio que la librería Punto y Coma, situada en la Carretera General de Tafira en el número 192, está habilitada para vender Lotería. El tiempo justo para otorgar un boleto del Euromillón premiado con 1.073.862 euros, que podría pertenecer a un obrero o vecino de esta zona de Tafira Alta. El sorteo de este martes hizo que el establecimiento otorgara su primer gran premio en el poco tiempo que lleva de actividad.
Daniel Rodríguez, propietario de la librería, asegura que están muy contentos con la noticia, sobre todo teniendo en cuenta que hace menos de dos meses que tienen la máquina de lotería necesaria para la venta. Así, es la primera vez que dan una cantidad de dinero de esta envergadura, lo que lleva a pensar en la buena suerte que regala ya el espacio desde sus inicios.
Explica el dueño que aún no hay noticias sobre el afortunado con más de un millón de euros, pero que podría tratarse de un vecino de la zona, "que suelen comprar habitualmente", señala, o de un trabajador en las obras que se están llevando a cabo en la calle de su negocio.
De esta manera, parece que los aspectos negativos que hayan podido causar en las ventas las labores en la vía, se han contrarrestado con esta fortuna. "Podría habérselo llevado algún obrero, porque también han venido a jugar", puntualiza Rodríguez.
Con la duda hasta el momento, el librero teme que, en caso de que el ganador sea una persona "de poca confianza" no lleguen a saber de quién se trata. Sea como sea, desde el establecimiento esperan que el premiado lo necesite y disfrute de esta lluvia de euros.
El premio, de segunda categoría (5+1), se corresponde con la combinación ganadora 8-23-24-34-38, y con las estrellas 3-7. En esta ocasión no hubo acertante de primera (5+2), por lo que la cantidad pasará a aumentar el bote. De esta forma, el sorteo del Euromillón del próximo viernes 6 de mayo llevará el acumulado y se estima que el acertante único de este primer premio de lotería europea pueda ganar 65 millones de euros.
Quizás vuelva a caer en esta librería afortunada, o quizás no. Por el momento, su propietario y empleados disfrutan de un golpe de suerte que les salpica de lleno, esperando que se trate sólo del primero de muchos por dar. Así, mantienen la esperanza de conocer al ganador de esta ocasión.
