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El nuevo plan permite tirar una casa que se protegió tras ser declarada en ruinas

Los dueños rechazan ahora que se les obligue a mantener la fachada de la calle Cano

El nuevo plan permite tirar una casa que se protegió tras ser declarada en ruinas

El nuevo Plan Especial de Protección (PEP) de Vegueta Triana da vía libre a la demolición de una casona de Triana que fue catalogada por el Ayuntamiento años después de ser declarada en ruina en 1980. El Ayuntamiento llegó a aprobar la licencia de demolición hace 27 años, pero cuando la comunicó, según aseguran los dueños, la casa ya estaba catalogada. Urbanismo permite ahora el derribo, pero mantiene la protección del inmueble -aunque la rebaja a la categoria de parcial- y obliga a los propietarios a proteger la fachada que da a la calle Cano, la misma que está protegida desde 2006 con vallas metálicas. El edificio de dos plantas hace esquina con la calle Torres y se construyó en el siglo XIX.

Los propietarios consideran que esta modificación es "más de lo mismo" y reclaman su derecho a demoler la totalidad de la casa. Aseguran que ya han recurrido la nueva catalogación, aportando una sentencia que les da la razón y que "obliga al Ayuntamiento a permitir la demolición del inmueble. "Una administración no puede ir en contra de sus propios actos. No puede declarar hoy en ruina un inmueble y protegerlo varios años después", sostienen. En cualquier caso, confían en que los actuales responsables municipales reconduzcan la situación, ya que la licencia de demolición "nunca fue revocada".

De rocambolescos se pueden calificar los hechos ocurridos en torno a este edificio, aunque sus dueños prefieren denominar la historia como un "calvario" administrativo, que han soportado desde que en 1989 el Ayuntamiento les concedió la licencia de demolición. "Nos consta", sostienen, "que la comunicación de esa licencia fue escondida en el Ayuntamiento hasta que se protegió el edificio".

Incendio

Desde entonces han pasado 27 años, un periodo durante el cual el caserón sufrió un incendio que lo dejó más tocado aún, si cabe, lo que obligó al Ayuntamiento a rodearlo con una valla metálica para garantizar la integridad de los peatones. "El escaso valor que tenía la casa se fue al traste. Fue el propio Ayuntamiento el que puso la valla de protección y desde entonces no hemos podido acceder a nuestra propiedad, lo que, por otro lado, es arriesgado. Pero ni siquiera los efectos del incendio, que terminaron de arruinar el inmueble en diciembre de 2005, hicieron que la entonces alcaldesa Pepa Luzardo diera luz verde a la demolición.

La exregidora encargó a la Policía Científica que investigara si el incendio había sido provocado. La Policía no encontró, finalmente, "indicios de intencionalidad" y los dueños relacionaron el fuego con el encendido de las luces navideñas la misma noche del incendio. Los responsables populares justificaron su negativa a autorizar el derribo, por la existencia de un litigio judicial. Los dueños denunciaron al Ayuntamiento en 2004 por impedir la demolición del inmueble. En el recurso contencioso-administrativo argumentaron que se habían lesionado sus derechos por la catalogación de la finca, tras declararla en ruinas y dar vía libre al derribo. A lo largo de los últimos 27 años, los dueños presentaron hasta tres proyectos distintos de edificación, pero todos fueron rechazados. Denunciaron también la negativa del Ayuntamiento a excluir la casona del catálogo de casas protegidas en el Plan Especial de 2001, como sí hicieron con otras que también tenían licencia de demolición". "La juez nos dijo", aseguran, " que podíamos demoler esa casa previa autorización del Ayuntamiento". La nueva ficha del edificio dice que está en ruinas y que "sólo se conserva en buen estado la fachada hacia la calle Cano".

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