El día 5 de mayo de 2016, con motivo de las VIII Jornadas Aeronáuticas de Gran Canaria, en la sede de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, diserté sobre la suscripción popular para la donación de aeroplanos al Ejército Español, en tiempos de la guerra de Marruecos, hecho que fue la expresión del sentimiento patriótico y generoso del pueblo canario, manifestado en una época de la historia de España especialmente trágica y repleta de incertidumbres políticas.
El Protectorado Español de Marruecos, también denominado "Marruecos español", formaba parte del Sultanato de Marruecos como consecuencia de varios tratados hispano-franceses, que culminaron en 1912 con la repartición del territorio, correspondiendo a España la zona norte, con las regiones de Yebala, Gomara y el Rif, donde se encontraban imbricadas las ciudades españolas de Ceuta y Melilla. A Francia le correspondió el resto del sultanato, casualmente las partes más ricas del protectorado.
Esta situación dio pie a la rebelión de grupos armados indígenas o harkas, discrepantes con el Sultán, contra las potencias administradoras. En 1913, empezaron las primeras escaramuzas con los rifeños liderados por los cabecillas Abd-el-Krim y El Raisuni, que acosaban a las fortificaciones españolas.
En el verano de 1921 se produjeron graves derrotas de las tropas españolas, como la masacre de Monte Arruit y el llamado Desastre de Annual, entre otros, que supusieron más de 13.000 muertos.
Estos tristes acontecimientos de Marruecos levantaron una oleada de solidaridad en toda España. Se promovieron cuestaciones, colectas, donativos y suscripciones con objeto de enviar al frente todo tipo de material de guerra, sanitario y manutención, así como socorros para heridos y enfermos y ayudas económicas para padres, viudas y huérfanos.
Una de estas propuestas fue formulada el 3 de agosto de 1921, en el periódico La Verdad de Murcia, por un capitán de la Guardia Civil, José Martínez Vivas. En su carta apuntaba la posibilidad de que cada provincia española ofreciera al Ejército un aeroplano.
La campaña, denominada como "Los Aeroplanos del Pueblo", resultó un gran éxito y dio como resultado la adquisición y donación al ejército de un total de 39 aeroplanos, procedentes de 17 provincias (cuatro de ellos de Canarias), territorios extranjeros como Cuba o Manila, periódicos como La Vanguardia y particulares como el ciudadano belga George Marquet o el ex senador Eusebio Giraldo.
Los cuatro Breguet XIV franceses, donados por Canarias, fueron: el Isla de La Palma, el Archipiélago Canario, el Tenerife y el Gran Canaria.
En el periódico La Provincia del día 13 de agosto de 1921, en primera página, aparecía la primera referencia sobre este tema en Canarias; un artículo titulado: "Por la Patria", el cual terminaba con estas palabras: "Y como esos sentimientos deben cristalizar en hechos, y nosotros vemos en el sentir público el anhelo de que se le impulse a mayores empresas, sin perjuicio de que se constituya una junta que lleve a feliz éxito nuestra propuesta, iniciamos hoy al igual que se ha hecho en otras provincias, una suscripción pública para adquirir un aeroplano para el Ejército que con el nombre de Gran Canaria sea expresión de nuestro homenaje y adhesión a la Patria. La Provincia suscribe 250 pesetas para ese objeto".
La primera relación de donantes se publicó en La Provincia el 20 de agosto y estaba encabezada, después de la aportación del periódico, por ciudadanos de la ciudad de Telde, ascendiendo a un total de 560,00 pesetas.
En la cuestación participaron organismos oficiales, ayuntamientos, barrios, sociedades civiles, unidades militares, centros educativos, empresas, parroquias, buques y particulares; se promovieron también actos populares como verbenas, veladas, partidos de fútbol y funciones teatrales. El Cabildo Insular recogió 2.464 pesetas y el ayuntamiento de Las Palmas, 2.469. La Diócesis de Canarias aportó 1.000 y la Parroquia de PP. Franciscanos. Los ayuntamientos de Gran Canaria que colaboraron, recaudando las aportaciones de sus vecinos, fueron todos menos San Bartolomé de Tirajana y Artenara, según mi investigación. La mayor cantidad correspondió a Arucas con 2.928 pesetas y la menor a Santa Brígida con 57.
En cuanto a sociedades, participaron El Real Club Náutico (3.000), el Gabinete Literario (8.795), Círculo Mercantil, Sociedad "La Unión" de Telde, Centro republicano, Sociedad "Arte y Deporte", Exploradores (boy scouts) de Las Palmas y del Puerto y Colonias inglesa y alemana.
Centros educativos como el Colegio Ramón Lulio, Instituto General y Técnico, Escuela Nacional de Niñas de Las Palmas, Escuela de niños de Agüimes, Escuela Nacional del Puerto de La Luz y Colegio El Palmar de Teror, también colaboraron. Participaron empresas como La Provincia, Banco Hispano-Americano, Fábrica de chocolates de D. Tomás Gómez Bosch y compañías suministradoras de carbón, entre otras
Unidades militares y organismos oficiales como la Comandancia Militar de Marina, Cuerpo de Intendencia, Cuerpo de Intervención Militar (un día de haber), Unidad de Artillería, Batería de Lanzarote, Puesto de la Guardia Civil de Teror (un día de haber), Cuerpo de Vigilancia, Cuerpo de Seguridad y Estación Sanitaria se sumaron a la suscripción.
También diversas sociedades organizaron festejos, verbenas, partidos de fútbol u obras de teatro como la que llevó a cabo "Arte y Deporte" el 3 de septiembre de 1921, recaudando 2.000 pesetas. En el Circo Cuyás, el delegado del Gobierno gestionó el 16 de enero 1922 una velada musical que produjo 3.057,20 pesetas. El 9 de octubre de 1921, por iniciativa del Gabinete Literario y organizado por el sportman Pepe Gonçalvez, se celebró un partido de fútbol, en el campo del Metropol.
El resultado de la suscripción fue el siguiente: Ingresos totales: 43.157,90 pesetas. Gastos totales: 39.433,05 pesetas. Resto disponible: 3.724,85 pesetas. Los gastos se distribuyeron de la siguiente manera: Importe del aparato, girado a Madrid: 38.779,40 pesetas. Importe de los escudos de aluminio: 400,00 pesetas. Donativo acordado para la familia del artillero Eduardo Cabrera: 250 pesetas.
El Breguet XIV A2 era un avión de origen francés, monomotor, sesquiplano, de reconocimiento y ametrallamiento, que empezó a volar en 1917, durante la I Guerra Mundial, donde fue considerado uno de los mejores aviones de su clase. En total se construyeron unas 8.000 unidades. En España, con un total de 140 aparatos, algunos de ellos de construcción nacional, entraron en servicio en 1919 y se mantuvieron en vuelo hasta 1934.
El periódico La Provincia del día 25 de junio de 1922, publicó un sentido artículo en el que expresaba, entre otras, estas palabras: "Pudo La Provincia llevar a efecto tan patriótica empresa, utilizando los ofrecimientos que, en gran número, llegaron a su redacción"€ "Confió al Sr. delegado del Gobierno de S.M. la misión ilimitada de constituir una Junta"€ "Así se efectuó, renunciando nosotros hasta a formar parte de aquélla; si bien, más tarde, y correspondiendo a un sentimiento de delicadeza de nuestro estimado compañero el director del Diario de Las Palmas, que fue designado para representar a la prensa en la citada Junta, y que renunció a su puesto por entender éramos nosotros quienes debíamos ocuparlo, nuestro director integró la comisión ejecutiva de la Junta prenombrada". "La Provincia no quiere nada para ella y se da por muy satisfecha habiendo proporcionado a Gran Canaria esta nueva expresión de su patriotismo". A estas alturas del relato, creo que nadie dudaría de que la Isla de Gran Canaria deba su avión a la iniciativa y esfuerzos protagonizados por el periódico La Provincia.
La entrega del Gran Canaria al Ejército, juntamente con el aparato Madrid, tuvo lugar en el aeródromo de Cuatro Vientos (Madrid), el sábado 24 de junio de 1922. Posteriormente, el día 1 de agosto, La Provincia publicó un número extraordinario narrando extensamente los hechos acaecidos en dicho acto.
Asistió una numerosísima representación canaria integrada por el Excmo. Sr. Obispo de Canarias D. Ángel Marquina, D. Leopoldo Matos, ex ministro de la Corona y diputado por Las Palmas, D. Baldomero Argente, el Marqués de Acialcázar, D. José M. de Sotomayor y el Comandante D. Gustavo J. Navarro Nieto, representante de la Junta organizadora. Con esta comisión se hallaba la señora Dª Mª del Carmen Jaimez de Navarro que representaba a la madrina del avión, Dª Ana Mª Aguilar, esposa de D. Leopoldo Matos, que se había excusado por una reciente desgracia familiar.
En 1924, los Breguet Archipiélago Canario, Gran Canaria y Tenerife, protagonizaron un raid desde Larache (Marruecos) a Canarias. El Isla de la Palma no participó, probablemente por estar destruido o averiado. El 18 de enero, escoltados por un hidroavión Dornier Wal, los tres aviones aterrizaron sin novedad en el páramo de Gando. El Gran Canaria fue el primer avión de la historia que tomó tierra en Gando, con el teniente Juan Martínez de Pisón, que tuvo el inmenso honor de pilotarlo, acompañado por el cabo mecánico Juan Bosch Guitart.
El sentimiento del pueblo canario hacia el conjunto de la nación española, quedó perfectamente demostrado en aquellos tiempos difíciles, de penurias y necesidades de todo tipo.
Nuestro insigne e inmortal paisano, D. Benito Pérez Galdós, a pesar de sacudirse los zapatos al abandonar Las Palmas hacia Madrid en 1867, solía decir, refiriéndose a los canarios: "Tanto más cercanos a la Patria con el corazón, cuanto más alejados estamos por la distancia".
