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Entrevista a Francisco González

"El nuevo plan sobre Mesa y López va a hacer la zona más amable y saludable"

"El problema de la rambla es que nos divide en dos; el tráfico es una barrera que nos impide la movilidad", asegura el presidente de la Asociación de Empresarios y Comerciantes de Mesa y López

Francisco González. YAIZA SOCORRO

¿Cómo está la situación económica en la zona? ¿Mejora?

Estamos en un momento de cambio. No tanto porque hallamos salido de la crisis, sino por cambios en los hábitos de consumo provocados por la crisis. De la compra compulsiva hemos pasado a una de necesidad o reposición; miramos más antes de comprar. Aparte de los parados, los que trabajan tienen sueldos más bajos y hay prioridades como la vivienda, la comida, que absorben gran parte del mismo. Se prefiere salir más a comer o viajar que a comprar ropa, por eso de que el textil es la masa comercial. Hay una pequeña mejoría pero no la que esperábamos. Además, hemos maleducado al consumidor; que ahora busca siempre ofertas. Como no somos capaces de vender el stock de temporada, siempre halla ofertas.

La peatonalización de una parte de Mesa y López y de Ruiz de Alda se hizo para fomentar el consumo, ¿no ha tenido éxito?

El problema de la rambla es que nos divide en dos. El tráfico es una barrera física que nos impide la movilidad y conectividad con un comercio abierto a la calle. No es agradable de transitar y la gente viene a tiro hecho. No es como en un centro comercial en el que te lo recorres todo para buscar algo y, quizás, en el camino compres. Ni como ocurre en Triana, que compras y, además, paseas. Esto es menos saludable, hay peligro para los niños; no los puedes dejar solos en la rambla, que está inutilizada siendo un espacio muy grande que podría tener otro aprovechamiento.

¿Qué les parece la propuesta de Urbanismo de ensanchar la rambla y utilizarla para el peatón y las bicis?

Desde que abrieron los primeros centros comerciales en la ciudad y vimos que las ventas caían hicimos un estudio para actualizar la zona, hacerla atractiva. Ese estudio, que nos hizo la Universidad en los años 90, se desarrolló en un momento económico, político y social completamente distinto a éste, donde había muchas ayudas de la Unión Europea. Era muy ambicioso porque se trataba de soterrar el tráfico y los servicios como el de recogida de basuras, carga y descarga. Se presentó al Ayuntamiento pero se quedó ahí por la crisis. Siempre hemos perseguido la peatonalización con todos los alcaldes y cuando llegó Cardona vimos que había una sintonía entre nuestro proyecto y lo que quería hacer el Ayuntamiento. El Consistorio mandó a una empresa de Madrid un estudio del tráfico que era lo que más preocupaba. Se detectó que la vía de bajada era la que más tráfico soportaba ya que los automovilistas huían de Julio Luengo para dirigirse al Puerto y al Sebadal, y que trasladar el tráfico a Néstor de la Torre sería un escándalo de atasco y ruido por lo que se decidió peatonalizar la otra vía y pintarla de verde. No nos pareció la mejor solución pero preferimos meter un pie a no hacer nada. Pero llegó la crisis y el fin del mandato.

Y lo frenó todo.

Sí.

Pero, ¿se podría haber hecho algo más que pintar el arcén?

Sí. El sector comercial se nos considera unos pijos. Creen que a Mesa y López no le falta nada, que somos autosuficientes y que hay otras zonas que necesitan más recursos. De acuerdo, pero también es verdad que hay áreas que son el primer frente que se encuentra el turista al llegar a la ciudad, que es nuestra primera industria, y que tiene que reunir unos requisitos y estar actualizada. Porque, al final, es lo que se llevan de aquí; no van a Schamann, a Pedro Hidalgo, sino a Triana, aquí, a los centros comerciales. Hay que compensar a todas las zonas, pero el desgaste pasa por todos. No porque estemos en una zona más potente no necesitemos nada. Entonces, llegó el PP y quiso potenciar la ciudad para atraer turismo urbano. Y peatonaliza Ruiz de Alda, Mesa y López, pero había un segunda fase.

¿Cuál?

Arreglar el nudo de Julio Luengo y la zona.

¿Peatonalizar el otro tramo?

Sí, aunque había que discutir el modelo final porque lo que se hizo fue una acción de bajo costo porque temían que hubiera que dar marcha atrás. Al salir nuevos gobiernos en el Ayuntamiento, Cabildo y Gobierno nos hemos presentamos a todos para conocer qué proyectos tenían con Mesa y López. Para el Cabildo estamos en prioridad uno pero para realizar ese proyecto, que ya es inviable, debemos presentar otro y nos dicen que el dinero puede venir de Europa. Y nos reunimos con el alcalde para que empujara el asunto, porque son sus técnicos quienes tienen que elaborar ese nuevo plan director. Sin él no podemos acceder a ninguna ayuda.

¿Y cómo va el proyecto?

Ya hay un borrador que se ha trasladado a un estudio de arquitectura urbanística para mejorarlo y que se ha pasado por todas las concejalías. A todas les ha parecido estupendo porque lo que buscamos es un consenso entre todas las partes: Ayuntamiento, comerciantes y vecinos. Queremos que cuando el plan se apruebe haya la menor contestación posible porque va a implicar acciones potentes en Mesa y López.

¿Cuáles?

No se pueden anticipar aún, aunque sí puedo decir que va a implicar un importante cambio de fisonomía de todo el área, desde la Base Naval hasta la avenida de América y, alrededores, para bien. El tráfico se va a calmar muchísimo, y hasta ahí puedo leer.

¿Sólo circularán los servicios públicos?

No puedo decir nada hasta que no se termine de hablar con todos los sectores implicados porque lo que tratamos es que haya consenso. Porque cuando no se explica bien un proyecto se dinamita. Habrá una reunión con las asociaciones de vecinos y propietarios para explicarlo. Se potenciará al peatón, a la bici, y se van a cambiar las costumbres como ha ocurrido en Triana, donde nadie protesta si tiene que coger un taxi en San Telmo, o en Europa, donde las paradas de guagua no están tan próximas. La zona va a ser más amable, saludable e inclusiva. No solo se actuará en Mesa y López sino en otros puntos de la zona. Va a sorprender.

Una de las quejas de la peatonalización es que las calle se han quedado para la restauración y se ha acabado con el comercio local, con el problema que eso supone de ruidos para residentes, ¿se va a tener cuidado en ese aspecto en el nuevo plan?

Ese problema preocupa a comerciantes, vecinos y a nosotros como asociación. También al Ayuntamiento. Es verdad que está habiendo un desequilibrio entre comercio y restauración. Es difícil regularlo en la calle pero se puede conseguir. Y tendrá que hacerlo el Ayuntamiento.

¿Cuándo se prevé su ejecución y qué presupuesto tiene?

Hay que esperar a que el plan lo apruebe el Ayuntamiento, que son también quienes dirán el coste de cada acción para comenzar a pedir las ayudas a Europa.

¿La gran superficie de Mesa y López ha puesto pegas al plan?

No, está consensuado con ellos, aunque hay que puntualizar dónde se ponen las paradas de taxi porque la peatonalización afectará a la rambla longitudinalmente. Somos los primeros en reconocer que la idiosincrasia de ellos nos casa con los comerciantes, pero sabemos que estamos aquí gracias a ellos. Es la gran locomotora.

¿Cuál es su opinión respecto a los que presionan para el cierre dominical?

Nos ha sorprendido de nuevo este debate. Como en todos los hábitos de la vida se evoluciona y el comercio no está exento de eso. Si queremos ser una ciudad turística la oferta de cultura, ocio y comercial tiene que ser total. ¿Por qué vamos a desaprovechar esta ventaja que nos dio la ley de apertura dominical a 14 ciudades españolas? Lo que ocurre, es que siempre politizamos las cosas y perdemos el sentido común. ¿No es Mesa y López uno de los primeros sitios que ve el crucerista que llega a la ciudad?. Estamos en una economía de libre mercado y el comerciante de un lado tiene el mismo derecho que el del otro lado. Lo que hay que hacer es dejar a la gente que decida si quiere abrir o no, ver el interés general, que es el del consumidor, y buscar fórmulas para repartir el pastel como el de las farmacias de guardia.

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