¿Qué es la Sinergología?
Es una disciplina científica, un método de análisis de los gestos, las actitudes y los micro-movimientos que realiza el cuerpo, pero sólo aquellos que no son plenamente conscientes. El ser humano es gestual, pero muchos de estos movimientos los hace conscientes, a propósito, aunque algunos de ellos tienen una base no consciente. Esta disciplina trata de mejorar la comunicación de las personas en todos los ámbitos, porque si soy capaz de leer en tu cuerpo todos aquellos movimientos y actitudes que de forma inconsciente me estás trasmitiendo voy a saber en cada momento si esa comunicación está siendo fluida o no; si te estoy haciendo sentir incómoda o no; si lo que te digo te está interesando o no. Y, en función de eso, me permite a mí variar mi estrategia para hacerme comprender o captar tu atención, si no lo estoy logrando.
Miedo me da hablar con usted, parece que me está analizando.
(Ríe). Es lo que nos suele decir la gente cuando explicamos que es la Sinergología. No analizamos a las personas como se piensa; otra cosa es que lo haga para perseguir un fin concreto. Se trata de un método científico para distinguir esta disciplina de otras que estudian el lenguaje corporal.
¿Cómo la descubrió?
Siempre me ha interesado todo lo que tiene que ver con la comunicación. Soy médico, aunque ahora trabajo en áreas de gestión en una mutua laboral. En estos momentos me dedico a formar a gente y me atraía muchísimo el poder encontrar algo para mejorara la relación entre pacientes y sanitarios. Y encontré esta disciplina que imparte una sola escuela en España (ESSIN) y cuyos estudios están acreditados por el Instituto Europeo de Psicología, que está en Francia. Se trata de una licencia de marca; en la que hay dos años de estudios y hay que presentar una tesis. El hecho de ser médico y saber que era un método científico me dio garantías. Es muy parecido al de los ensayos clínicos para medicamentos. No solo hay que contrastar que en un 80% de las situaciones ocurre, sino que además hay que demostrar que en no más del 20% se produce lo contrario como en el método de validación científico de Karl Popper. Una vez validado ese gesto, lo etiquetamos con un código, similar al del código de barras, aunque con letras, números y guiones, que nos permite comunicarnos entre sinergólogos de cualquier parte del mundo sin hablar el mismo idioma. Tenemos unas 2.500 etiquetas.
¿En qué otros ámbitos puede aplicarse aparte de la Medicina?
Al perseguir una mejora de la comunicación se puede aplicar en todos aquellos ámbitos en donde esta sea importante. Por ejemplo, un empresario que quiere vender su producto y conoce la Sinergología puede saber si su producto interesa o no; los comerciales pueden vender mejor sus artículos. También es aplicable en la selección de personal, al buscar un perfil determinado, por ejemplo, tu puedes dirigir la entrevista a aquellos aspectos que te interesa conocer del entrevistado viendo si el cuerpo está diciendo cosas diferentes a lo que cuenta la persona. Porque el cuerpo no engaña.
¿Nos delatamos si mentimos?
Más que hablar de la mentira, lo que a nosotros nos interesa es lo no dicho. Hay muchos tipos de mentira, por eso es tan difícil de detectar. Un mentiroso, por ejemplo, puede hacerlo sobre la base de engañarse a sí mismo. Por lo tanto, si su cuerpo es coherente y congruente con lo que está diciendo, la sensación que va a dar no es de mentira. Si la persona quiere mentir ex profeso, sin embargo, es muy posible que se delate con su cuerpo. Hay quien cree que por tocarse la nariz, mirar hacia un lado, la persona miente. Pero eso no tiene ninguna base científica.
¿No es un método útil para investigaciones policiales?
Su objetivo principal no es ese, aunque este método se usa en este campo. La Escuela de Sinergología tiene un convenio con el Ministerio del Interior para formar guardias civiles. No tanto para detectar la mentira en interrogatorios, que también se utiliza, sino para prevenir situaciones de posible emergencia como acciones terroristas. Pero insisto, el objetivo de este método es mejorar la comunicación. En el campo en el que yo trabajo, por ejemplo, donde la relación médico-paciente es tan importante, nos encontramos, a veces, que el enfermo no es capaz de trasladar realmente lo que le pasa. Bien por incapacidad de expresarse o por que no cree que un síntoma pueda interesar al doctor. Si el médico es capaz de leer en el cuerpo esa sensación que tiene la persona, sería capaz de determinar lo que está sintiendo. O rebajar tensiones, para que el paciente expresara sus problemas sin miedos. La Sinergología no quiere cambiar comportamientos como ocurre cuando se enseña a alguien a hablar en público, por ejemplo. Donde te dan pautas para evitar gestos o, por el contrario, a hacer otros que convienen. Nosotros no creemos en eso porque lo que pretendemos es que la persona sea natural y no un robot, que comunique de manera fluida y no con instrucciones. Nosotros no vamos a cambiar el comportamiento de las personas, sino que le vamos a decir lo que nos trasmite y, si quiere trasmitir otra cosa, tendrá que cambiar su forma de ser o hacer otras cosas.
¿Qué señales emitimos inconscientemente? ¿Son comunes a todos?
Sí, la Sinergología parte de que el ser humano es universal y, por tanto, el lenguaje corporal también lo es. Una de nuestras premisas es que el lenguaje subliminal es el más potente. Y, otras, que la no comunicación es también comunicación. Estar quieto también da mucha información. Partimos de la generalidad a la particularidad. La postura del cuerpo de una persona refleja ya sus propias vivencias.
¿Se puede detectar si es sumisa, altiva?
Efectivamente. Si tiene o no una autoestima importante; si utiliza sus recursos o depende del exterior. Cada parte del cuerpo tiene un significado. El torso es el yo. La persona que tiene un nivel de autoestima alta, normalmente, camina, se para y actúa con el torso hacia adelante. Los bienes materiales, por ejemplo, se sitúan en el abdomen. Las personas que están satisfechas con lo que tienen se tocan mucho la barriga e incluso caminan con el abdomen hacia afuera. Cosa contraria a los que tienen poco, que suelen tenerlo hundido. La pelvis, por ejemplo, tiene que ver con la energía vital y lo sexual. El torero para decir que es muy macho ¿qué saca hacia afuera?, la pelvis. Los ancianos, cuando van perdiendo su energía vital, decimos que se encorvan. Pero no, echan la cadera hacia atrás, van perdiendo su energía vital. Tanto el cómo te colocas, cómo te rascas o cómo gesticulas tiene un significado. Y tienen que ver más con las vivencias que con la personalidad.
¿Los gestos son iguales en hombres y en mujeres?
Exactamente igual. Y también entre diferentes culturas. Al hacerlos inconscientemente y en todas las poblaciones están ya en nuestra marca genética. Nuestro cuerpo es la experiencia vital; la actitud interior nos habla de la emoción, lo que estamos sintiendo en esos momentos. Y se ve en las articulaciones, en cómo movemos la cabeza; ahí detectamos si la otra persona está tensa, relajada. Y después viene lo que es el gesto concreto, el tocarte, el rascarte. Normalmente, el que está muy nervioso, se toca mucho. Y en la cara hay 50 puntos con un significado diferente. No es lo mismo rascarse la oreja, que la nariz.
¿Alguno de nuestros políticos nos sorprendería al analizarlo con estas pautas?
La política no es un ámbito que nos guste trabajar porque, como ya dije, sabemos que hay mucho de gesto aprendido. Cuando es muy repetitivo sabemos que no es inconsciente. Repiten tanto los gestos que incluso su postura forma parte ya de ellos.
¿El cuerpo desgarbado de Pablo Iglesias no dice nada respecto a la estatua erguida de Rajoy? ¿Es aprendido?
No, es una estatua suya. Si nos fijamos tiene el torso hundido, podría significar que tiene problemas de autoestima, pero también que tiene una curvatura en la columna más exagerada. Habría que analizar más ítems en su persona para reafimarlo. En campaña electoral podemos encontrarnos con signos incongruentes que bien pueden deberse al cansancio físico de los propios mítines, viajes o reuniones, o al cansancio emocional, de preocupación por los resultados que se obtendrán.
