"¡Mami, papi!", grita el pequeño Airam, de dos años de edad, a la vez que intenta zafarse de los brazos de su tía y correr a los de sus padres, a quienes llevaba cinco meses sin ver hasta ayer. Pero soltarlo y dejar al niño a su suerte habría supuesto, para él, un chapuzón asegurado. Y es que Airam, junto a sus hermanos Miriam, de cuatro años, e Izan, de tres, saludaban, desde uno de los muelles de la Base Naval de Las Palmas de Gran Canaria, a sus progenitores, que se encontraban a bordo del Buque de Acción Marítima (BAM) Tornado, que en ese momento estaba realizando la maniobra de atraque, en el que fue su regreso a la capital tras participar en la operación Atalanta, con 51 marinos entre su tripulación.

Tras un discurso a cargo del Almirante Comandante del Mando Naval de Canarias, Juan Sobrino Pérez-Crespo, en el que dio la bienvenida a los tripulantes y los felicitó por su labor de lucha contra la piratería en el Océano Índico, estos descendieron raudos y veloces por la rampa que unía el barco con el dique para abrazar y besar por fin a sus familiares.

"Estábamos nerviosos desde hace días por verlos", reconocieron Conrado Gallego y Miriam Carmona, los padres de Airam, Miriam e Izan, tras el reencuentro. "Ahora estamos muy contentos, pero ha sido duro, sobre todo porque todavía son pequeñitos y ha sido mucho tiempo sin ellos. Al menos nos teníamos el uno al otro durante estos cinco meses", apuntó Conrado.

En esa zona del muelle, la emoción se respiraba por doquier mientras los marineros y sus familiares volvían a verse y ponían fin a la larga espera. Entre ellos, quien no pudo contener la emoción fue Bibiana Martín, que esperaba ansiosa la llegada de su marido, Víctor Montero.

El pasado 25 de febrero, Bibiana había dado a luz al segundo hijo de ambos, Manuel. "Tuvimos la suerte de que lo repatriaron y estuvo aquí una semanita y lo vio nacer. Ahora ya lo está viendo criado, las malas noches me las he comido yo sola", contó ella en tono de broma. "Estoy contentísimo, tenía muchas ganas de volver", declaró él.

Por supuesto, hubo lugar para las sorpresas. Dailos Medina, también enrolado en el Tornado, aprovechó ayer el momento para pedir matrimonio a su novia, Verónica Río, que había acudido a recibirlo; y, cómo no, le dio el "sí, quiero". "Lo tenía pensado desde hace tiempo, y en Dubai me decidí a comprar el anillo", explicó Dailos. "No me lo esperaba", confesó su prometida.

Si bien no de forma inesperada, quienes acudirán ahora juntos a recibir una noticia son Minerva Maraver y Josué Quintana. Ella, embarazada de cinco meses, irá con su recién llegado novio a conocer el sexo del futuro bebé de ambos. "Tenía ganas de verlo, y también de ir juntos a ver qué nos toca. Él prefiere una niña; a mí me da igual", señaló Minerva.

Aunque no se vieron obligados a realizar actuaciones relacionadas con la piratería durante la operación, los militares sí tuvieron que afrontar huracanes y elevadas temperaturas. Por eso y por estar alejados de sus seres queridos durante tanto tiempo, ahora les toca disfrutar, con ellos, de su merecido descanso en tierra firme.