La Diócesis de Canarias inaugurará a finales del verano una nueva iglesia en el barrio de Siete Palmas, una vez que se terminen los últimos retoques del nuevo centro religioso, situado en la avenida Pintor Felo Monzón, número 35. El edificio, que consta de dos plantas, se levanta sobre un solar de 1.580 metros cuadrados, propiedad de la Iglesia.

El nuevo centro eclesial sustituirá al local de la calle Fondos de Segura, número 10, donde actualmente tiene su sede la parroquia de Jesús de Nazaret, fundada en el año 2000 casi al mismo tiempo del nacimiento del barrio. Su párroco, Roberto Ramírez, se encargará del nuevo templo.

El inmueble, que ha costado1.400.000 euros, ha sido costeado con fondos propios de la Iglesia y aportaciones de los feligreses, salvo una pequeña partida -150.000 euros- que procede de las aportaciones del Cabildo insular a la Diócesis para obras. El templo, sin embargo, no está del todo pagado.

Una simple cruz y el nombre de la parroquia sobre el muro que da a la avenida del Pintor Felo Monzón, y que de noche se iluminarán, es el único signo externo que verán los viandantes al pasear por la mencionada calle ya que la puerta de acceso al recinto religioso está en el interior de un patio, al que se entra por la mencionada vía.

Se ha querido de este modo evitar el ruido de la calle e invitar al mismo tiempo a los feligreses a que compartan un tiempo con vecinos y familiares sin temor a los peligros de la vía pública.

El proyecto ha sido realizado por el arquitecto Manuel Hernández Pérez, que habitualmente colabora con la Diócesis, sobre un solar que fue permutado con el Ayuntamiento hace más de veinte años, y que está a escasos metros del centro comercial de Siete Palmas.

Diversas dependencias

Al estar el solar en dos niveles se han levantado dos plantas, aunque desde la avenida Felo Monzón solo se distingue una. El complejo parroquial linda por la parte de atrás con Adepsi, una asociación dedicada a la atención y formación de personas con discapacidad intelectual,y a los laterales con un bloque de viviendas y un parque.

La parroquia responde a todas las necesidades de una iglesia moderna, cuyos requisitos fueron instaurados tras el Concilio Vaticano II. Es decir, no solo cuenta con un recinto para el servicio religioso, sino que también dispone de dependencias para la atención pastoral -salas para dar catequesis, charlas a jóvenes y adultos, acompañamiento- y para responder a las necesidades sociales inmediatas de sus feligreses a través de Cáritas -almacén, duchas, sala de acogimiento-. Aunque el acceso a las mencionadas dependencias será por puertas independientes.

En el recinto también se levanta la casa del párroco, de unos 80 metros cuadrados, un pequeño aparcamiento y un jardín.

La parroquia es plenamente accesible a personas con movilidad reducida en todas sus dependencias, incluido al mismo altar de la iglesia. Es una de las particularidades del templo -de 350 metros cuadrados- que contará con un altar y un púlpito de cantería de Arucas.

"Simplicidad máxima", indicaba la pasada semana el vicario general de la Diócesis de Canarias, Hipólito Cabrera, al explicar las características del interior de la iglesia de Jesús de Nazaret, que ha tardado tiempo en levantarse porque tras la crisis la Diócesis ha tenido que atender otras necesidades más inmediatas de los feligreses. "El proyecto no se ha estancado sino que se ha ralentizado porque había que dar respuesta primero a las necesidades humanas. Ha habido que dar a las personas de comer, pero también la caña para que aprendan a pescar", indicó en relación al servicio que en este tiempo ha prestado Cáritas a la comunidad y que ha sido tanto asistencial como de formación.

Cabrera indicó que el templo se irá revistiendo poco a poco "como una casa" y que, aunque aún queda por pagar el 50% de la construcción, "la deuda se afrontará como cualquier otra realidad más de la Iglesia".