Las Fiestas Fundacionales de Las Palmas de Gran Canaria arrancaron ayer al más puro estilo canario y pasadas por agua. Con canciones típicas de la tierra de fondo, un paraguas sobre el escenario y el carisma que le caracteriza, la actriz Yanely Hernández fue la encargada de dar el pistoletazo de salida al 538 aniversario de la capital ante una abarrotada plaza de Santa Ana en la que invitó a todos los vecinos a celebrar la vida que "se brinda, minuto a minuto, en una ciudad en la que ya de por sí es un regalo vivir". Un discurso en el que no faltaron los toques de humor y simpatía y que llevó a los presentes a pasear por los recuerdos de la artista.

No había hecho más que salir al escenario cuando la lluvia empezó a caer con fuerza. No obstante, y lejos de detenerse, Hernández demostró sus tablas. "Yo amo esta ciudad. Es que lo digo y se me llena la boca, se me hincha el pecho... De hecho, creo que cuando baje del escenario voy a llevar una talla más", anunció Hernández antes de dedicar unas palabras al barrio que le vio nacer y crecer: Almatriche. "Alli fui creciendo con flanes de diez fiados en Ca' Momito" rememoró quien también llegó a jugar en San Lázaro. "¿Qué quieres, mi niña? Ya te dije que en Almatriche no había parque y el cementerio era lo que estaba más cerca?", apuntó divertida bajo un paraguas.

Entre estrofa y estrofa que la actriz cantó, también hizo un repaso por su adolescencia en el IES Pérez Galdós, donde se enamoró de las letras "gracias a Nicolás Guerra". En esa misma época, en la que hubo "mucho besuqueo desde el parque Doramas hasta Canalejas", también aprendió "a llevar tacones por los adoquines de Vegueta y a entender que las mejores amanecidas eran en la biblioteca".

Yanely Hernández también reveló cómo fueron sus inicios profesionales después de descubrir a Israel Reyes con Soy lo prohibido. "Secretamente me juré que yo también iba a formar parte de aquella magia, quería impregnarme de toda esa vida que iluminaba Las Palmas. Llegó el momento de decirlo en casa: iba a ser actriz pesara a quien pesara". Fue entonces cuando entró en la Escuela de Actores, en el parque Don Benito, en Schamann. "Paso a paso, poco a poco, todo fue encajando, se iban ajustando las tornas... Quién me iba a decir a mí que el parque de Santa Catalina se me convertiría en plataforma".

"Esto es Las Palmas, esto es Las Palmas, una ciduad que abraza el mar, de mente abierta, de gente buena, que te enamora sin avisar", se escucha en varias ocasiones antes de que Hernández confiese que Triana le dio a "Amayra, San Juan a Matías Alonso, San Cristóbal a Mingo Ruano", La Feria le trajo "a Lili Quintana, La Isleta a Ramón Rodríguez, El Secadero a Lupita y Alejandro". La actriz también aseveró haber recibido mucho amor en Agustina de Aragón. "Por esta ciudad pasa todo lo que amo".

La playa de Las Canteras, la "panzaburro" y hasta la lluvia que cayó de imprevisto, también estuvieron presentes en el discurso que duró en torno a unos 20 minutos. "Amo la ciudad entera, tanto, que cuando veo los cristales llenos de polvahera no los limpio, porque amo mi tierra", comentó Hernández con arte. "Ahora mismo vivo con un pie en Los Nidillos y otro en Tamaraceite. ¿Cómo está creciendo esa zona, verdad?", compartió con el público. "Miro alrededor y veo mil posibilidades, voy por la calle y todo el mundo me parece guapo".

Para la actriz, que interpretó varios frases de canciones típicas al final de su discurso y se llevó de calle al público, "hay una humanidad latente" en la ciudad donde viven unas 400.000 almas. "A todas quiero invitarlas a vivir estas fiestas con la misma alegría con la que salen a la calle en Carnaval".