Este es un premio a todo un equipo, ¿no?
Es un premio a una sociedad y a todo un equipo, que el pasado año hizo una temporada genial.
¿Quién conforma el equipo del Poeta Tomás Morales
Por un lado, estamos la directiva de tierra, que nos encargamos de toda la organización y de que los que vengan a navegar lo tengan todo listo. Por otro, los patrones, que son los que entrenan con el equipo desde hace cuatro años y que los últimos tres han sido geniales. Y, después, la tripulación; que comenzó a entrenar en enero, cuando el agua estaba muy fría y le ha puesto todas las ganas del mundo para conseguir lo que tenemos. Somos 28 personas y solo entre 17 y 18 navegan, aunque no todos suben al mismo tiempo al bote.
Aparte de llegar a los 85 años, ¿qué ha tenido este equipo para lograr esta Medalla?
Aparte de los 85 años, que el pasado año ganamos todos los galardones, conseguimos dar la vuelta a la Isla para celebrar esos 85 años, algo que nadie había hecho nunca. Tienen muchas ganas, mucha humildad y mucho trabajo. No ha sido fácil llegar hasta aquí. Hemos tenido pocas manos. Llevo ocho años como presidente de la entidad y ha habido muchos problemas. Este premio también va dirigido a las anteriores directivas.
¿Problemas de qué tipo?
De infraestructura, de organización, de buscar tripulación. Pero hemos salido adelante.
No es solo salir a navegar, ¿no?
Lo más fácil es navegar. Lo complicado es cuando acabas la temporada y tienes que empezar a hablar con el sponsor, organizar todo para la siguiente, hacer los arreglos en el casco, porque todos los años hay que hacer algo. Eso es lo complicado; salir a navegar es sacrificado porque estás fines de semana en el muelle deportivo pero no es lo más difícil.
¿Ha sido difícil mantener el sponsor en tiempos de crisis?
No. Clipper lleva veinte años con nosotros; por ese lado no nos podemos quejar. También no lo hemos currado. Cada semana le informamos de lo que hacemos, su nombre aparece en todos los sitios que puedo. Eso está muy claro porque es el que nos da el apoyo para seguir. Y hay que mantenerlo.
¿Cómo va la temporada?
Perfecta (ríe). No hemos perdido nada. Estamos primeros en la Copa de Gran Canaria, ganamos el trofeo Federación y estamos en las semifinales de la eliminatoria de La Caja.
¿Se redondea esa buena racha con la Medalla de Oro?
Es la guinda del pastel. No nos la esperábamos. No te lo crees hasta que no te llaman; te quedas impactado. Personalmente, me acordé de un montón de gente que ha hecho mucho por este bote; que ha tenido épocas muy malas. Pero creo que nos lo merecemos.
¿Ha tardado mucho la ciudad en reconocer su valía?
Teniendo en cuenta que este es un deporte que solo se practica en esta ciudad y que es la segunda vez que se da, creo que sí. Pero bueno, no voy a criticar a nadie. Nos lo han dado y bienvenido sea.
¿Cómo lo han celebrado?
Aquí todos los fines de semana son especiales. Una de nuestras claves es que esto es como una pequeña familia. El fin de semana pasado, cuando lo comuniqué, algunos estaban bastante emocionados. Pero lo celebraremos.
Comentaba antes el tiempo que ha tardado la ciudad en reconocer este deporte, pero, ¿y los ciudadanos?
Quienes menos lo reconocen son las instituciones. El Ayuntamiento se ha volcado éste y el pasado año. El Gobierno canario, tras mucho pedirlo, nos concedió el título de Bien de Interés Cultural (BIC), que nos hacía mucha falta para protegernos. Pero de aquí para atrás no se han preocupado.
¿Por qué?
No lo sé. Supongo que por que esto no es fútbol ni baloncesto. No atrae a tanta gente, aunque si vienes un fin de semana la avenida está llena. Tirón tiene; igual es que no hemos sabido promocionarlo.
¿Hay cantera?
Sí. Nosotros tenemos a gente; el Puerto La Luz, también. Lo que tenemos que hacer es hacérselo ver al resto. Traer a los colegios, y que vean que es un deporte precioso.
¿Lo puede practicar cualquiera?
Hay tripulantes de 70 años; no hay edad. Simplemente tener buena forma física y ganas de navegar.
¿Cómo se aficionó?
Venía con mi padre y con mi abuelo a la avenida. Era un niño y los prismáticos me llegaban a la rodilla. Empecé a venir al muelle y, un día, un tío me sacó a navegar y me enganché. Desde que te subes y te gusta ya es difícil bajar.
Este deporte va muy ligado a los carpinteros de ribera, ¿también hay falta de promoción?
Ahí tenemos un problema. Eusebio Díaz, que en paz descanse, junto a Paco Campos son los que hicieron este último casco; el quinto en su historia. Ahora mismo está Paco Campos pero no hay nadie que esté aprendiendo con él. Está también Juan Antonio, aunque no tiene tanta experiencia. Esto es bastante culpa de la Federación de Vela Latina, que no se ha preocupado en fomentar cursillos, ni nada para que la gente aprendiera. Aquí todo es artesanal, no hay nada mecánico.
¿Cuánto suele durar un casco de este tipo?
Depende del trato. Están en el agua todo el tiempo; el palo soporta la vela, los golpes de las olas van abriendo las tablas. Hay que cuidarlos y si no lo haces puedes destrozarlo en un año. El último nos duró veinte años.
Falta pues promoción.
Sí, habría que aprovechar el que somos BIC para promocionarlo más en las escuelas, que vinieran aquí, que le sacáramos los botes y les enseñáramos. Pero es la federación la que tiene que hacerlo. No veo iniciativas. No sé si es falta de ilusión, acomodación al puesto tras tanto tiempo en él o que no quieren saber qué opinamos.
