La Provincia - Diario de Las Palmas

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La planta de biogás ya es capaz de crear energía para dar luz a 2.000 viviendas

La falta de permiso impide al Cabildo ahorrar un millón al año en el tratamiento de lodos

Un trabajador apila basura reciclada. Quique Curbelo

La planta de biometanización del Ecoparque de Salto del Negro ya es capaz de producir energía suficiente para dar luz a 2.000 viviendas si toda la electricidad que se generara con la descomposición de la basura se vertiera en la red eléctrica. El Cabildo de Gran Canaria intenta desde hace meses conseguir los permisos de la Consejería de Industria y Endesa para aprovechar antes de que acabe el año la energía, lo que le permitiría ahorrar un millón de euros al año.

En la actualidad, la planta procesa unas 70.000 toneladas de fangos procedentes de las depuradoras de la Isla, cuya descomposición genera gas metano y produce 2,6 megavatios/hora, una energía que se podría aprovechar en el proceso de tratamiento de los lodos y además sobraría para enviarla a la red eléctrica. De momento, todo este gas metano que produce la instalación y también el que se está extrayendo del viejo vertedero, acaba en la atmósfera.

El antiguo vertedero de Salto del Negro, ahora denominado Ecoparque Norte de Gran Canaria, está a punto de culminar su proceso de modernización, lo que le permitirán acabar con el viejo e ilegal modelo consistente en enterrar la basura y cambiarlo por una gestión más sostenible y también más cara, salvo que la gente se conciencie de la importancia de separar y reciclar. Tras la puesta en marcha de la planta de clasificación de envases ligeros y la de todo en uno (que separa los plásticos y envases que se tiran en el contenedor gris), ya se ha iniciado la construcción de la planta de compostaje. Esta instalación, a la que irán los residuos orgánicos para transformarlos en compost, permitirán reducir a la mitad la basura que se entierra en el vertedero. Ahora se vierten unas 197.000 toneladas al año, procedentes de 13 municipios del norte y medianías. La mayoría de esa basura procede de la capital (133. 843 toneladas).

Las Palmas de Gran Canaria sólo separa y recicla el 8,32% de los residuos domésticos, uno de los índices más bajos del Estado y también inferior a la media insular.

La costumbre de tirar plásticos, cartones o vidrios en el contenedor gris le cuesta a la ciudad 3,5 millones al año, la cantidad que cobra el Cabildo por su separación y tratamiento. El alcalde Augusto Hidalgo y la concejala de Sostenibilidad y Limpieza, Pilar Álvarez, resaltaron ayer que la basura que se deposita en los contenedores azules, verdes y amarillos no le cuesta ni un euro a los ciudadanos. La ciudad tiene que pagar en la actualidad 26,152 euros por cada tonelada de basura que entra en el ecoparque sin separar, una cifra que el Cabildo tiene previsto elevar a 53,27 euros, por lo que entre menos basura se deposite en el contenedor gris, menos dinero gastará la ciudad. Hidalgo y Álvarez visitaron ayer Salto del Negro, junto al consejero insular de Medio Ambiente, Juan Manuel Brito, para demostrar que los plásticos y envases que van al contenedor amarillo se reutilizan, al igual que el papel y el cartón y el vidrio que no entran en el complejo y van directamente a las empresas que los reciclan. Álvarez resaltó que hay que desterrar la falsa leyenda urbana de que al final toda la basura acaba junta en el vertedero.

Convenio

Brito advirtió que la capital es, "con diferencia, el municipio que más residuos sin separar vierte". "La basura que va al contenedor verde, al azul o al amarillo no cuesta un euro, sin embargo", resaltó Hidalgo, "la que va al contenedor gris nos cuesta a todos los ciudadanos 3,5 millones anuales, que van creciendo", porque "hay que pagar" los 40 millones que cuestan estas instalaciones.

Ese dinero que se paga por no separar la basura se podría destinar a mejorar otros servicios. Las dos instituciones no han firmado todavía el convenio, por el que el Cabildo deberá pagar a la ciudad 200.000 euros anuales en concepto de canon medioambiental, para compensar el impacto del complejo.

Además, el Cabildo deberá pagar 6,4 millones a la ciudad -al menos esa fue la cifra de la que se habló en el mandato anterior- por la cesión de los terrenos del complejo. Brito e Hidalgo señalaron que la firma del convenio sólo está pendiente de "cuestiones técnicas". Por otro lado, el regidor anunció que tiene previsto realizar, antes de que acabe el año una modificación de crédito para pagar con remanentes al Cabildo, los más de tres millones que le debe por la tasa de la basura.

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