Las Palmas de Gran Canaria será, en octubre de 2017 y 2019, la única escala atlántica de la prestigiosa y extrema regata transoceánica en solitario, Minitransat, en la que participarán 85 navegantes, en una travesía de más de 4.000 millas náuticas entre La Rochelle (Francia) y Le Marin (Martinica, El Caribe).

Así lo han confirmado los responsables de este evento náutico que presentaron ayer, 16 de junio, en la ciudad francesa, los detalles de la prueba. La capital grancanaria ha sido seleccionada, entre diferentes destinos náuticos, por sus condiciones climáticas, sus infraestructuras portuarias, su condición de destino turístico bajo la marca Gran Canaria, las buenas conexiones aeroportuarias de la Isla y su experiencia para acoger eventos náuticos.

El concejal de Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez, junto con el vicepresidente de La Rochelle y director del proyecto Mini Transat, Antoine Grau, y responsables políticos de la isla de Martinica, participaron en la presentación del evento a los medios de comunicación franceses especializados, empresas del sector y deportistas.

La nominación de Las Palmas de Gran Canaria como escala de la Minitransat ha sido consecuencia "del esfuerzo interinstitucional entre el Ayuntamiento, la Autoridad Portuaria de Las Palmas y el Cabildo de Gran Canaria", apuntó el edil. "Estamos trabajando conjuntamente en ello desde que se anunció la próxima edición de la regata, el pasado mes de diciembre en el salón Náutico de París. Para el deporte de la vela en Europa esta regata es todo un acontecimiento y lo vamos a aprovechar", añadió.

La Minitransat está considerada entre las pruebas oceánicas más duras y apasionantes. Su lema: Un hombre, un barco, un océano, pone a prueba las destrezas de los navegantes que se tendrán que enfrentar en solitario a las condiciones del océano, en veleros de tan solo 6,5 metros de eslora, con la única ayuda de un GPS, cartas náuticas de papel y un VHF para recibir la información meteorológica. La ayuda externa está prohibida.

Un total de 85 veleros de 6,5 metros de eslora partirán de esta ciudad francesa el 1 de octubre de 2017, unos días después comenzarán a llegar a la capital grancanaria donde permanecerán hasta el 1 de noviembre, fecha de salida de la segunda parte de la travesía que tendrá su meta en la isla de Martinica, en El Caribe.

El concejal de Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez, destacó que la capital y la isla se van a beneficiar de esta regata. "Se trata, sin duda de un evento que será muy rentable para todos, no sólo por el impacto económico directo que tendrá la presencia en la isla de los navegantes y sus familiares durante un mes; sino también por el enorme impacto mediático que genera el evento que nos confirmará como escala atlántica y, por supuesto, las mejoras que se van a abordar en las instalaciones de la marina deportiva de la ciudad".

Los organizadores de la regata y responsables políticos de La Rochelle visitaron la capital grancanaria el pasado mes de febrero para comenzar a preparar la prueba y estrechar las relaciones con la isla y la capital en torno al desarrollo de la economía del mar y el turismo náutico. Durante esa visita una treintena de operadores, empresarios y profesionales de la náutica y la economía del mar de la ciudad, conocieron el proyecto de la Minitransat y los beneficios que esta prueba generará.