¿En qué consiste exactamente la tribología?
Es una ciencia que estudia la fricción, el desgaste y cómo prevenirlos. Nosotros tenemos en Argentina un laboratorio independiente que se dedica a buscar causas de problemas de lubricación en máquinas. En los puertos enfocamos esto hacia los los lubricantes y los combustibles.
¿De qué manera?
En un barco es de primordial importancia que las condiciones de lubricación y combustión sean perfectas, porque si un barco se queda en mitad del mar es una calamidad. Las sociedades de clasificación de buques tienen normas muy estrictas para buscar minimizar el riesgo de que una máquina se quede varada en el camino, y eso consiste en analizar el lubricante y el combustible de la máquina. Cada uno de los motores de la embarcación tiene que cumplir su función para lograr la propulsión y el funcionamiento del barco. Y luego hay una treintena de circuitos de lubricación que tienen que estar bien lubricados, y hay que asegurar que no caiga aceite al mar, por una cuestión ecológica. La función del laboratorio es asegurar que el aceite cumpla sus funciones y detectar cuándo está pasando aceite al mar.
Y ahí es donde entra la tribología, ¿no?
Sí. Poder detectar pequeñas anomalías al estado incipiente para que el jefe de máquinas y el capitán del barco tomen medidas que desvíen la tendencia para asegurar un servicio seguro y extiendan la vida útil de las máquinas.
¿A nivel mundial es algo que se cumple en general?
Sí, porque en nuestro mundo globalizado cada barco se presenta a licitaciones para distintas corporaciones, las cuales tienen que cumplir normas internacionales. Y estas normas están encaminadas hacia esta ganancia.
Pero, ¿queda camino por recorrer aún en el sector?
Falta dar la verdadera importancia que tienen la lubricación y la tribología dentro de la operación económica del buque. Como la economía está restringida, todos tratamos de economizar, y hay empresas que tienen bien encaminado el ahorro optimizando la confiabilidad y hay otras que ahorran en gastos, sin ver cuál es la consecuencia de un gasto; pero algo barato puede salir costoso. Muchas tienden a recortar por ahí, haciendo estrictamente lo que exige la norma.
Dentro del mantenimiento, ¿qué importancia cree que tiene la tribología?
Es uno de los pilares, porque en cualquier operación industrial si un lubricante falla, para la máquina. Y si falla una máquina, se corta la cadena de producción.
¿Qué le llama la atención de La Luz en la que ha sido su primera visita?
Me impresionó la cantidad de buques y el tráfico que hay.
¿Con esa densidad de tráfico debería tener aún más importancia la tribología en el Puerto?
Y no solo por los barcos en sí. Pensemos también en los equipos terrestres: imaginemos que a una de las grúas de los contenedores se le atasque el guinche y haya que pararla durante cuatro horas para hacer la reparación. Eso conlleva un coste impresionante, porque conlleva tiempo de puerto y lucro cesante del barco.
Y el procedimiento para evitar este tipo de inconvenientes es el mantenimiento, ¿no?
Es lo que nosotros llamamos mantenimiento proactivo. Buscamos pequeñas señales que pueden indicar que va a ocurrir una falla. En ese caso se toman medidas proactivas, que no llegan a ser correctivas porque todavía no hubo daño, para evitar que prosiga.
¿Hay algún puerto del mundo que sea referencia en cuanto a tribología?
Yo creo que el puerto de Rotterdam, y en este momento está en auge el de Shangai. La actividad portuaria en ambos está impulsada por empresas de gran importancia que no pueden permitirse ninguna falla.
Y la tribología tiene importancia también fuera del puerto.
Sí. En cualquier empresa que tenga maquinaria. Nosotros atendemos generación eléctrica, prospección de petróleo, industria alimenticia, aeropuertos, obra pública, transporte...
En concreto, usted está especializado en lubricación.
Sí. Yo estoy dedicado a la lubricación desde los 14 años en el laboratorio de mis padres del que ahora soy director. Este fue el primer laboratorio de análisis independientes de lubricantes y combustibles del mundo.
