La caída en el precio del petróleo y la búsqueda de nuevos yacimientos donde extraerlo ha traido como consecuencia que el Puerto de Las Palmas se llene de plataformas, que utilizan La Luz como base antes de partir hacia sus próximos trabajos. En concreto, ahora mismo, además de una en fondeo en las inmediaciones, hay un total de siete de estas plataformas atracadas en la capital grancanaria: cinco en el muelle Reina Sofía, otra en el León y Castillo y otra en la zona de Astican.
Tanto es así que el espacio de atraque del que dispone el Puerto para estas estructuras de grandes dimensiones está colmatado, tal y como explica el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra. "No caben más; ahora solo se puede dar atraque a una plataforma si sale alguna de las que ya están, o para alguna reparacion puntual", asegura.
En cualquier caso, según Ibarra, a pesar de todo se le puede sacar partido a la situación, de tal manera que la crisis del petróleo trae consigo que el Puerto se posicione como base logística. "Empresas como Rolls-Royce, o ahora Coast Center Base (CCB), ponen sus ojos aquí para establecerse en el Puerto, que se consolida como base logística. Se ha convertido en un polo de atracción importante en un momento de crisis como este", apunta.
La clave, según el presidente del órgano portuario es que gracias a la presencia de las plataformas se genera actividad en el recinto, especialmente gracias a que "el Puerto está diversificado". "No tenemos todos los huevos en la misma cesta, y gracias a esto se le saca partido a la situación", añade Ibarra.
La DD1, última en llegar
La plataforma Development Driller I (DD1) de Transocean fue la última en atracar en el Puerto de Las Palmas, consignada por Hamilton. Esto fue fruto del acuerdo alcanzado entre la propia Transocean y la Autoridad Portuaria de Las Palmas para establecer en La Luz una base de parte de su flota de plataformas para que pasen el periodo de inactividad en la capital grancanaria.
Con ese acuerdo se consolidó una de las políticas que viene desarrollando el órgano portuario, que ha apoyado la entrada de este tipo de embarcaciones para así atraer nuevos tráficos al sector de reparaciones navales, que a lo largo del último año ha visto mermados sus ingresos debido, precisamente, a la crisis que sufre el sector del petróleo.
