Hace casi un mes que se vivió uno de los mayores revuelos con la llegada de Brad Pitt a Las Palmas de Gran Canaria para rodar junto a Marion Cotillard una película de espías ambientada en los años 40. Muchos tardarán en olvidar el nombre del filme, Allied, que dejó tras de sí una retahíla de vías cortadas o transformadas al puro estilo marroquí de Casablanca, de vídeos y fotos tomadas por los fans que siguieron cada paso del rodaje y hasta la anécdota de una niña agobiada tras una valla por la multitud que el actor de Hollywood sacó en brazos. Atrás quedaron aquellos días inéditos y ahora la normalidad vuelve a imperar. Sin embargo, el fenómeno del último trabajo dirigido por Robert Zemeckis no ha pasado del todo de largo en la capital. En la calle Buenos Aires, en una tienda que huele a historia, parte del atrezo usado en la grabación sobrevive al olvido.

Old Pawn Cambullonero es un rincón muy especial en el que conviven objetos de todas las épocas que se han ido acumulando en el local que lleva apenas un año abierto "con muchas pegas", tal y como explica su propietario, Arián Arias Martínez. Entre ellos se encuentran las piedras de molino, las monturas de camello y burro, los especieros, el samovar o el cartel escrito en árabe y francés de la farmacia que no hace mucho colgaba de uno de los negocios de la calle Malteses que se reconvirtieron durante el rodaje de Allied.

"Los conseguimos en Infecar", recuerda Martínez. Allí, la productora puso una especie de showroom para profesionales para vender el atrezo que habían comprado en Londres y que resultaba demasiado caro empaquetar. "Había de todo, pero yo me centré en cosas más reales para coleccionistas", apunta quien antes trabajó como "pedrero" mientras su socia Penélope Cruz Sánchez atiende a nuevos clientes, también relacionados con el mundo del cine.

Y es que el filme protagonizado por Brad Pitt no es el único que tiene su hueco en la tienda en la que, además de la venta, también se alquila el material. De hecho, para Palmeras en la Nieve se llevaron, entre otras cosas, una máquina registradora que han vuelto a alquilar para otro rodaje. Pero estas no son las únicas joyas que hay en Old Pawn Cambullonero.

Entre las vitrinas o colocados en lugares estratégicos se encuentran tesoros como un perfumero de la antigua Babilonia que no está a la venta, juegos de té de 1800, una máquina alemana de los años 20, bonos japoneses que se vendían durante la II Guerra Mundial (llegaron a tener de plan de vuelo de un piloto), copias de la declaración de independencia de los Estados Unidos fechadas en el siglo XVII o una mesa de póquer Willow Lancaster. La última adquisición ha sido el plan de vuelo del Apollo 12 que un amigo compró en Cabo Cañaveral en una exposición de la Nasa. Muchos de los objetos les llegan así, a través de coleccionistas conocidos, si bien muchos de ellos han sido donados por sus antiguos dueños. De modo que este rincón de la calle Buenos Aires es el lugar idóneo para dar un paseo por historia.