El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, volvió a recalcar ayer que las reparaciones que se realizan a bordo de los barcos que están atracados en los puertos deben tener un control mínimo para evitar incidentes. Así volvió a responder a la Asociación de Consignatarios y Estibadores de Buques de Las Palmas (Asocelpa), que ha presentado un recurso contencioso-administrativo contra la medida tomada por el Puerto, que obliga a solicitar un permiso para todas aquellas reparaciones que se hagan en buques.

"Es como si cualquier taller de coches pueda decidir trabajar en medio de la calle sin dar cuenta a nadie", puso como ejemplo Ibarra. "Lo lógico", prosiguió, "es unos mínimos conocimientos de las obras para evitar cualquier tipo de problema". Y aseguró que la medida se tomó en base a criterios técnicos de la Autoridad Portuaria y Capitanía Marítima.