Casi 60 años han pasado ya desde que los primeros barcos japoneses eligieran La Luz como lugar de escala y reparaciones y todavía siguen fieles al puerto. En la actualidad, medio centenar de barcos que capturan cefalópodos y atún en el Atlántico y el Mediterráneo lo siguen utilizando como puerto base. Una larga historia, que la Autoridad Portuaria reconoció esta mañana con el descubrimiento de una placa de homenaje a los pioneros.

El embajador de Japón en funciones, Kenji Hirata, resaltó que La Luz sigue siendo el puerto más importante en el exterior para la flota pesquera de Japón y expresó su esperanza de que esta larga "historia compartida" sirva como "base para el futuro" y "poder hacer más cosas"

"Estamos muy agradecidos por este acto que conmemora la contribución de los japoneses al Puerto de Las Palmas, uno de los más importantes del mundo para el desarrollo pesquero fuera de este país, y muy contentos por la cálida acogida por parte de los canarios. La actividad de los japoneses ha contribuido durante décadas al desarrollo del Puerto y también de la ciudad. Tenemos una historia compartida muy grande a través de estas actividades económicas y pesqueras", resaltó Hirata.

Japón fue el primer país que apostó por el Puerto de La Luz a partir de 1958 y lo hizo de la mano de una nueva industria que comenzaba, según recordó Ibarra, "apostando primero por los congelados a menos 18 grados y posteriormente a cerca de menos sesenta".

"Todo ello", añadió, "conllevó la industrialización de este puerto, que lo hizo puntero y después de Japón hemos tenido el orgullo de que vinieran otras flotas de otros países, pero Japón fue el primero que pensó en nosotros. Con este acto se trata no sólo de recordar el pasado sino de preparar el futuro. Este puerto se está abriendo a empresas norteamericanas, canadienses y noruegas y creo que ha llegado el momento de seguir recordando a Japón que aquí tiene un puerto amigo para cualquier actividad que necesite".

El presidente portuario recordó al embajador japonés los incentivos fiscales del Régimen Económico y Fiscal (REF) canario, así como la "capacidad de trabajar el entorno africano" que tiene La Luz, "y sobre todo, volver a poner en valor la apertura del Canal de Panamá este fin de semana". Después de agradecer a todos los japoneses y canarios que han trabajando durante el último medio siglo "como una piña", pidió a Japón que "siga apostando por Las Palmas", en la búsqueda de "nuevas oportunidades que enriquezcan a ambos países".

La Luz continúa siendo el puerto más importante en el exterior para Japón, que sigue utilizando el puerto grancanario como base para la captura de cefalópodos en aguas del Oeste de Africa, el Atlántico norte y también el atún rojo en el Atlántico y el Mediterráneo. "Nos está utilizando a su máxima capacidad. Si hay limitaciones en capturas, no es un responsabilidad ni de Japón ni de Canarias. Toda la capacidad de pesca que tiene Japón se está utilizando en el Puerto de Las Palmas y eso es de agradecer, casi 60 años después". Hoy lo utilizan medio centenar de barcos frente a los 500 que llegaron a hacer escala en el siglo pasado.

En el viaje que realizará el Puerto de Las Palmas a Japón el próximo año se intentará convencer a los nipones de las ventajas de utilizar el Puerto de Las Palmas para trasvasar material humanitario a los países africanos. Japón es uno de los mayores benefactores del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Puerto Humanitario de Las Palmas le va a ofrecer varios proyectos, en los que ya se está trabajando en colaboración con el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), la Plataforma Oceánica Canaria (Plocan), el Clúster Marítimo y la Universidad de Las Palmas de Gran Canarias (ULPGC), entre otros. Los proyectos que se van a promover están relacionados con I+D y el mar. El Ministerio de Transporte japonés está organizando encuentros con sectores estratégicos.

Los pioneros

En la placa descubierta en la plaza de las Conmemoraciones, el Puerto recuerda la labor realizada por las empresas pioneras que atendieron a los nipones, como Ecopesa, Fransari, Frucasa, Guillermo Brito Almeida, Mavacasa y Cirsa. En Mavacasa, trabajó Koya Yoshi, uno de los primeros japoneses que recalaron en la capital grancanaria. Con 85 años cumplidos que no representa, Yoshi fue uno de aquellos pioneros que asistió esta mañana al descubrimiento de la placa. Yoshi atracó en la Las Palmas de Gran Canaria en 1965 a bordo de un barco atunero y aquí se quedó, tras ficharlo la empresa Mavacasa para que ejerciera de traductor con los pesqueros japoneses, porque sabía inglés. Protagonista de una extraordinaria historia -durante su adolescencia se enroló como piloto kamikaze en el ejercito japonés- Yoshi se casó aquí y aquí quiere quedarse. "De aquí me iré al cielo", bromea con una amplia sonrisa, cuando se le pregunta si quiere volver a Japón.