"Solo quiero concentrarme contigo en Las Canteras, mucho tiempo, mucho tiempo, más o menos, hasta el amanecer. Borracho, borracho hasta el amanecer". Así cantaba ayer Ginés Cedrés, vocal de Los Coquillos, para amenizar el preludio de lo que fue la noche de San Juan en la playa capitalina, que un año más se vio iluminada por los fuegos artificiales. Con el plus, en esta ocasión, de que la banda sonora la pusieron cuatro grupos de renombre en el panorama musical canario. Así, además de Los Coquillos, también subieron a las tablas para interpretar varios de sus temas LAX, Gerson Galván y Said Muti.

Por la tarde ya comenzaba n los preparativos en la zona, y en el escenario que se dispuso en la zona de la plaza Saulo Torón -de cara a la arena- se probaban los equipos de sonido para que todo fuera sobre ruedas durante el concierto.

En la playa, más de uno optó por pasar el día entre margullo y margullo para, por la tarde, reposar cómodamente hasta el momento más esperado, el de los fuegos artificiales, que a medianoche empezaron a llenar de colorido un firmamento que por la tarde se presentaba encapotado e incluso hizo temer por la correcta visibilidad del espectáculo. Para lograr la hazaña de aguantar durante tantas horas hasta las doce -y más allá, claro-, no pudo faltar un buen refrigerio con el que muchos se desplazaron hasta el litoral de la ciudad.

Entre ellos, un grupo de aldeanas residentes en Las Palmas de Gran Canaria que cada año acude a la cita en Las Canteras. "Llevamos aquí desde el mediodía, pasando un día de playa para luego disfrutar del espectáculo. Por eso nos trajimos tortillas, sándwiches, ensaladilla rusa... de todo un poco", cuenta Tenesoya González.

Ella misma reconoce que, en La Aldea, la noche de San Juan se vive "de una manera diferente, más familiar", mientras que la playa capitalina "es todo más a lo grande". En cualquier caso, todas las integrantes de este grupo admiten que, más que por las supersticiones propias de San Juan, ellas no faltan a la cita por tradición. "Y nos sirve como excusa para reunirnos, que es lo más importante", añade Teresa Rodríguez.

Desde algo más temprano -las once de la mañana- se había acomodado en la arena una familia natural de la capital para disfrutar tanto del sol como del espectáculo nocturno, también con comida y bebida para resistir. "Nos trajimos de todo para pasarlo bien en la que para nosotros es una noche diferente en la que en lugar de quedarnos en casa salimos a la calle y estamos juntos en familia", asegura Juan Jiménez.

La Pirotecnia San Miguel puso mecha a los 192 kilos de pólvora que iluminaron la bahía en una exhibición que presenciaron miles de personas, tanto desde el paseo como desde la playa.

En la misma arena, hasta con guirnaldas y globos se dispuso cerca del escenario la alemana Uli Schneider, que quiso comprobar cómo se vive esta noche mágica en Las Canteras. Afincada en Maspalomas desde hace un año, Uli disfrutó San Juan en el Sur de la Isla el año pasado, "pero en esta ocasión quería cambiar para ver cómo es aquí", cuenta Uli, que igualmente garantiza que el punto fuerte del evento, además de los fuegos artificiales, "que son muy bonitos", es "la atmósfera que se crea, de mucha diversión y muy buen rollo".

Por su parte, el también capitalino Carlos Pérez destaca "el buen nivel musical" de los conciertos de esta edición. "Y sobre todo por Los Coquillos, que es un grupo que me encanta", apunta Carlos, que acudió desde las cuatro con sus primos para asegurarse un puesto privilegiado en la arena desde el que disfrutar de los fuegos y del concierto, mientras mataron las horas jugando al parchís.

Los encargados de abrir el espectáculo musical, que comenzó a las 21.30 horas y finalizó a las dos y media de la madrugada, fueron los integrantes de la agrupación LAX. Antes conocidos como Espacio Libre, también tocaron recientemente en directo durante la última edición de Moda Cálida.

Tras ellos, hizo acto de presencia Gerson Galván. El cantante grancanario, ganador del Festival Baltic Song Contest que se celebró en la ciudad sueca de Karlshamn, lleva cantando y componiendo desde hace 27 años, y es autor de 16 trabajos y de más de un centenar de canciones que son interpretadas por él y otros artistas.

Los siguientes en subir a las tablas fueron, precisamente, Los Coquillos. La banda capitalina, fundada en los años 80, es una de las más conocidas en el Archipiélago, y anoche hizo vibrar al público con temas como Borracho hasta el amanecer, uno de los más famosos de su repertorio y todo un himno en el continente sudamericano.

Finalmente, Said Muti puso el cierre a la parte musical de la noche. El artista grancanario de origen palestino sacó recientemente a la venta su último trabajo, De tripas rock 'n' roll, el segundo álbum en la carrera de este músico después de Corazones y ceniceros.

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria también preparó un amplio despliegue de medios y personas para la que fue también en cierto modo, la celebración de la llegada del verano, si bien la noche fue especialmente fresca teniendo en cuenta la fecha en la que nos encontramos.

El dispositivo de seguridad incluyó 150 efectivos, entre policías locales, agentes de movilidad, varios grupos de la UIP y UPR de la Policía Nacional, así como miembros del GEAS de la Guardia Civil que velaron por la seguridad en las inmediaciones de la playa y regularon el tráfico de las zonas afectadas; cuatro ambulancias de Cruz Roja desplegadas en varios puntos estratégicos del paseo; y un refuerzo de bomberos que, junto al personal habitual de guardia, controló, con la ayuda de 45 voluntarios de Protección Civil, diferentes barrios en los que habitualmente se levantan hogueras.

Asimismo, Guaguas Municipales dispuso un servicio especial que contempló un aumento de frecuencias y una oferta de 42.000 plazas que conectaron el resto del municipio con Las Canteras. Además, puso a disposición de los viajeros 50 vehículos exclusivos, que operaron en torno a dos puntos de embarque y desembarque ubicados en el Mercado del Puerto y el Auditorio Alfredo Kraus. Además, el corte de varias calles impidió que se generaran aglomeraciones de tráfico en algunos puntos de la ciudad.

Y en lo que respecta a limpieza, se puso en marcha a 200 operarios y 53 máquinas para asegurar una recogida selectiva de residuos depositados en 242 contenedores.