Humberto Guadalupe, presidente de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), fue el encargado de dar voz a los homenajeados. El magistrado, que recibió ayer el título de Hijo Adoptivo con motivo de la celebración del 538 aniversario de las Fiestas Fundacionales de la ciudad, inició su discurso con un agradecimiento colectivo a la Corporación Municipal. "Pienso que con esta distinción el Ayuntamiento personifica en nosotros el reconocimiento a todos los ciudadanos y ciudadanas que, en los distintos ámbitos de actividad, van haciendo la ciudad".

Guadalupe señaló que una ciudad "es un organismo vivo, que se hace día a día por el quehacer cotidiano de la ciudadanía" en el que existe el ideal compartido de progreso para los que están y los que llegan. "Y este es el hilo conductor que une a todos los premiados: somos una representación de todos los sectores de esta sociedad que desde distintas perspectivas, espacios y actividades se suman para conformar la ciudad que tenemos".

El magistrado recordó cómo encontró la ciudad cuando llegó en 1977 destinado como juez en Telde. "La calle Triana, de la que había oído hablar, entonces abierta al acceso rodado, estaba llena principalmente de ferreterías, de comercios de venta de tejidos y de tiendas de aparatos electrónicos". Diecisiete años después, a su regreso, ya apreció los cambios que son aún más sustanciales en la actualidad. "Siempre ha sido una ciudad comercial, acogedora y abierta al Atlántico, pero la manera de ejercer esas cualidades ha ido cambiando, ha ido adaptándose a las nuevas necesidades y formas de hacer, a las demandas de una sociedad mas compleja y rica", señaló. "En ese camino de progreso han participado todas las personas y los colectivos a los que esta noche distingue la Corporación".

Del Cuerpo Consular, el presidente de la Sala de lo Social del TSJC, recordó que se trata de la principal institución de acogida a los visitantes desde el siglo XVII. "Comerciantes, navegantes, científicos de los países a los que representan los consulados, encontraban en el cónsul un puerto de seguridad y conocimiento, que muchas veces propiciaba el asentamiento definitivo", resaltó. "Y aquellos extranjeros traían sus costumbres y su forma de vida a la ciudad, y pasaron, con el tiempo, a formar parte de nuestra vida".

Asimismo, también puso en alza el valor de la tradición defendida por poetas, músicos, escritores, promotores de la cultura y educadores. Entre ellos se encuentran el transgresor de Leopoldo Panero; la historiadora y comisaria de arte Clara Muñoz; el difusor del folclore, Emilio Gómez; la profesora de música, Pepita Suárez, o la defensora de las tradiciones canarias como el traje típico, Pepi Nadal.

Pero para ello, es necesario un espacio común, apuntó. "Es aquí donde hacedores de ciudad como Joaquín Casariego, resultan indispensables" que, al haber incorporado a sus trabajos la perspectiva social logró un municipio inclusivo con igualdad de oportunidades donde la convivencia pacífica queda bajo la responsabilidad de magistrados como él. "En este mosaico, a los jueces nos toca reparar los derechos lesionados y contribuir así a mantener la paz social".

Es aquí donde entra en juego la existencia de "servicios y la capacidad económica que permita vivir con dignidad". Esta actividad productiva de desarrollo no sería posible sin la labor de empresarios como Joaquín Galarza, cuya "trayectoria de esfuerzo y superación supone un referente para todas aquellas personas que empiezan el difícil camino" empresarial.

Humberto Guadalupe resaltó también la importancia del deporte como "elemento fundamental de cohesión social, que fomenta valores como la solidaridad, el trabajo colectivo, el esfuerzo y el juego limpio". A este ámbito pertenecen figuras como Valerón o Savané que, por su manera de ejercer el deporte profesional, son un ejemplo a seguir para miles de jóvenes, a la vez que "constituyen también un referente en su trayectoria personal de coherencia y buen hacer". Tan importantes son los árbitros y entrenadores "que hacen cumplir las reglas del juego y permiten que el encuentro deportivo se desarrolle por cauces pacíficos". Es ahí donde han destacado el árbitro internacional de baloncesto, Juan Carlos Arteaga y el entregador de fútbol, Pacuco Rosales. Y, desde 1933, "el trabajo en equipo, el esfuerzo y la tenacidad, el sentimiento y el orgullo de pertenencia a una tradición, definen a las tripulaciones" del bote Poeta Tomás Morales que ha conseguido la Medalla de Oro, al igual que el IES Pérez Galdós.

Sobre el centro educativo, el magistrado recordó que "los docentes, los equipos directivos y los alumnos que han pasado por sus aulas durante estos cien últimos años, han sido determinantes en la configuración de la ciudad que hoy conocemos". Y añadió que "sin educación en conocimiento y en valores no se progresa, ni individual ni colectivamente, y el instituto Perez Galdós es y ha sido un proyecto educativo para la convivencia en una ciudad democrática y tolerante". Por último, Humberto Guadalupe se despidió de los presentes de la misma manera en la que comenzó su intervención: dando las gracias de corazón un por una distinción que, además de "un privilegio", es "un orgullo".