La Provincia - Diario de Las Palmas

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"La ciudad se defendió del ejército de holandeses con apenas mil personas"

Alex Hansen Machín. LP / DLP

¿Cómo era el paisaje de Gran Canaria hace 417 años, cuando se produjo la batalla del Batán?

Bueno, como yo soy geógrafo más que historiador, trato de explicar cómo era la Isla, la ciudad de Las Palmas y el entorno geográfico con el que se encontraron los invasores. No solo hay que hablar de la batalla del Batán en términos militares, sino ver con qué se encuentran los holandeses cuando nos invaden y mostrar cómo vive nuestra gente un siglo y 16 años después de la conquista de la Gran Canaria.

¿Qué ocurrió en el transcurso de ese siglo?

Fundamentalmente lo que más resaltaba era su economía azucarera. Así se explica el paisaje de la Isla, de qué vivíamos, los pueblos que ya se habían fundado, cuánta gente había en cada sitio, cuánta gente en la ciudad de Las Palmas.

¿Y cuánta gente había?

Estamos hablando de unas 10.000 personas a tope, entre todos. En Las Palmas vivía ya al menos el 46%, por lo que estamos hablando de una población de unas 4.000 personas, y eso supondría casi el 50% de la población que había en toda la Isla en aquel momento. No está mal.

O sea, que Las Palmas capital es una ciudad macrocéfala desde hace siglos.

Exactamente. No es un invento de ahora, de la modernidad. Es una constante en el tiempo.

Muchos pensaban que la macrocefalia se había producido en las últimas décadas.

Bueno, en las últimas décadas se ha incrementado, obviamente, pero desde el comienzo Las Palmas asume una cantidad importante de población, cercana al 50% de la Isla.

La industria azucarera ya viene de entonces.

Fundamentalmente la gente se dedicaba a la economía del azúcar. Gran Canaria tuvo en ese siglo un retroceso espectacular de su vegetación y su medio natural.

¿Debido a qué?

No tanto por la población, sino debido a la economía sustentada en el azúcar. Por eso Gran canaria tuvo en ese siglo un retroceso espectacular de la vegetación y del medio natural. No éramos tantos, pero la economía era el ingenio azucarero.

Esa economía necesitaba consumir territorio.

Sí, esa economía necesitaba grandes extensiones de terreno. La caña necesita grandes superficies planas y de regadío, y por tanto se rotura la parte baja de la Isla: Las Palmas, Gáldar, Guía, Arucas, Moya, Agaete? Llegamos a tener ingenios en San Nicolás de Tolentino y en Tirajana. Algunos incluso en Temisas, algo espectacular.

Pero esa cara tenía un reverso.

Eso supuso un deterioro en la Isla y un retroceso en la vegetación natural muy acentuado en aquel momento. Hasta el punto de que en los bosques, como el Monte Lentiscal, se corría un serio peligro de existencia. A finales del siglo XVI la selva de Doramas ya había retrocedido muchísimo, subiendo el frente roturador cada vez más, y lo mismo ocurría con el Monte Lentiscal, que estaba amenazado de desaparición ya en 1531, es decir, ya 68 años antes de la invasión holandesa había una amenaza clara en Gran Canaria de retroceso de vegetación y por lo tanto de quedarnos sin los recursos madereros necesarios.

¿Cómo era la ciudad de Las Palmas entonces?

El mapa de Torriani en 1590 nos da una buena idea de cómo es la ciudad, dónde está situada y también cuáles son las defensas que había y que se proponen. También cuáles son los principales edificios y conventos y cuáles son los embarcaderos naturales que tiene la ciudad.

¿Con cuáles contaba?

Estamos hablando de unos cuantos: caleta de San Telmo, caleta de San Pedro del sur, la playa de Santa Catalina que es las Alcaravaneras y por supuesto la playa del Arrecife en aquel momento, que es Las Canteras, y la Bahía de la Luz. Teníamos buenas condiciones marítimas.

¿Cómo era el medio natural en el entorno de la ciudad de Las Palmas?

Teníamos una muralla norte en la ciudad y un sistema dunar que salió de la playa del Arrecife, la de Las Canteras. Llegaba conformando un sistema dunar importante hasta la misma muralla de Bravo Murillo, que era la muralla norte de la ciudad.

¿Cómo se produjo el desembarco de Van der Does?

Era el escenario donde se desenvolvió la invasión holandesa. Primero el desembarco en la bahía de la Luz y, avanzando por los arenales hacia la ciudad de Las Palmas y una vez tomada la ciudad el día 28 de junio de 1999, se declara un compás de espera hasta el día 3 de julio, en el que los holandeses deciden avanzar hacia la Vega, hacia el interior de la Isla, que es donde se había refugiado nuestra población, nuestras autoridades y nuestras riquezas. Todo.

¿Con qué medio natural y condiciones se encuentran los invasores en esa parte de la Isla?

Tienen que subir caminando desde Las Palmas en un número de 4.000 personas en formación, con un tiempo sureste muy seco que mata de sed a los holandeses. Luego penetran en el Monte Lentiscal, donde hay partes muy frondosas en las que se les tienden las isemboscadas que acaban con la victoria isleña frente a las tropas holandesas. El canónigo y poeta Cairasco de Figueroa actuó como intermediario y representante de las autoridades canarias frente a los holandeses.

¿La victoria se debió al conocimiento del territorio?

Esa fue una razón a favor. En el Monte Lentiscal había como mucho 300 o 400 de los nuestros, y encima mal armados con palos, azadas y arcabuces, mientras que los holandeses eran 4.000 militares profesionales bien armados.

¿Cómo se explica entonces su derrota?

Quizá el número, que era excesivo, explica en parte su derrota. Vinieron caminando desde Las Palmas al Monte Lentiscal, donde hay un desnivel de 450 metros, y en el último tramo caminando sobre picón dentro del bosque, en un día de mucho calor, con las acequias cortadas y las aguas empozadas y enturbiadas.

¿Actuaban a ciegas?

Nuestra gente tenía conocimiento del territorio y ellos no. Encima hacía mucho calor con un tiempo de este. Eso es uno de los elementos principales que contribuyeron a su derrota porque los echa para atrás. Los holandeses estuvieron en Las Palmas desde el 18 de junio hasta el 3 de julio, que deciden subir por segunda vez. Habían hecho un intento menor en los días anteriores y habían sido derrotados.

Fue una derrota humillante para los holandeses.

Seguramente los holandeses se pusieron hasta el moño de vino antes de subir porque en Las Palmas había muchas bodegas. Eso unido al calor que hacía más el peso de sus ropas, el calzado son sandalias, caminando sobre el picón con arcabuces, espadas y armaduras. Eran unas condiciones muy duras para esa gente. La nuestra conocía el terreno e iba a su bola, armada con lo mínimo y hacía una guerra de guerrillas. En ningún momento hay un enfrentamiento frontal de tropa a tropa. Si no nos hubiesen derrotado.

Había una evidente desproporción de fuerzas.

La defensa de la ciudad de Las Palmas ante el desembarco holandés se hizo con un máximo de mil personas. Parte del personal se pone a correr isla adentro llevándose todo lo que puede. Alonso Alvarado, que era un hombre muy bien preparado y curtido en mil batallas, ordena que se impida la huida de cualquier hombre útil para la batalla. A los clérigos, las mujeres y las autoridades se les pide que se marchen, pero no todos se marchan. Las órdenes es hostigar continuamente al enemigo sin hacerles frente.

¿Qué héroes isleños destaca?

Los dos héroes que se mencionan son de la Villa de Santa Brígida: Cipriano de Torres, que muere en el momento del desembarco holandés después de herir a Van del Does, y un familiar de él, Pedro de Torres, que tuvo un papel muy relevante en la batalla del Batán.

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