"Agradecemos al pueblo canario su ayuda para conseguir pasar un verano divertido". Así comienza la carta que los niños saharauis del programa Vacaciones en Paz de la Asociación Canaria en Solidaridad con el Pueblo Saharaui escribieron a sus padres de acogida y a la Federación Canaria de Municipios (Fecam) para dar gracias por su apoyo y colaboración con el proyecto.

Este lunes, 4 de julio, tuvo lugar el acto de recepción de los menores que pasarán sus vacaciones de verano en Gran Canaria, alrededor de un centenar. En total, en todo el territorio nacional, 5.100 niños de entre 10 y 12 años vivirán con una familia española durante los próximos dos meses. Por primera vez, estos menores tendrán este rango de edad, por lo que solo podrán alargar su estancia en España durante tres veranos. De este modo, dejan que más chicos como ellos puedan disfrutar de esta oportunidad.

En la misiva, los chavales hablan de una lucha que tampoco ellos olvidan y de cómo tienen que "llorar y reír" en la que consideran "una tierra prestada". Reivindican así su derecho a vivir "libres y en paz en el Sáhara".

Una de esas niñas comienza la que será su sexta estancia en la isla, de la que le gusta "la playa y la piscina, los árboles y los bosques". Entre sus recuerdos están las largas tardes jugando en la calle con sus amigos canarios.

Y es que, tal y como comenta una de las familias de acogida inscritas en el programa, "salir de ese entorno de desierto" en el que habitan "es como cambiar de planeta". Entre risas, uno de los padres de acogida y maestro de profesión, José Juan Ojeda Montesdeoca, narró una de esas muchas anécdotas que los pequeños viven en Canarias. "Ayer vivió algo nuevo para él, estuvimos en la playa de Las Canteras, viendo el agua del mar con su bañador nuevo puesto. Estaba en el agua como quien está en una bañera, porque no sabe nadar, pero para él era como un juguete nuevo", comentó.

Para los padres de acogida, explica Ojeda, estar con el niño "no es un regalo nuestro hacia él, sino que el niño es quien nos regala una experiencia". "Tener en casa a un niño de 10 años es vivirlo como si fuera tuyo, y ello implica cambiar la visión de la vida", agrega su mujer, mientras ambos tratan de evitar que su "hijo por dos meses" salga corriendo a jugar con sus compatriotas.

Estos padres se encuentran ahora inmersos en un proceso en el que buscan "el equilibrio" para evitar cubrirle de caprichos innecesarios. "Hay que buscar tiempo para él, pero también tiempo para nosotros", admiten poniendo especial hincapié en la educación del muchacho. La cuestión reside en ir conociéndose y que cada cual "vaya poniendo las cosas en su sitio".

Al acto acudió Mohamed Said, Subdelegado del Frente Polisario en Gran Canaria, quien quiso agradecer a las familias por "sacrificar incluso sus vacaciones y tiempo de ocio" y convivir con personas que tienen en las islas su "segundo hogar". Es un momento complicado para la organización a la que pertenece Said, debido a la muerte de su Secretario General y Presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Mohamed Abdelaziz. "Hemos sufrido una gran pérdida para el pueblo saharaui y para los amantes de la libertad", aseguró el representante del Frente Polisario.

Criterios

Por su parte, la Presidenta de la Asociación Canaria en Solidaridad con el Pueblo Saharaui (ACSPS), María del Carmen Cabrera Franquiz, destacó que las familias de acogida son el "motor" del proyecto Vacaciones en Paz. Afirmó que los criterios que se les pide a una familia tienen que ver con la "disponibilidad y un perfil socio-emocional estable". Además, es importante llevar a cabo una campaña de mentalización de aquellos padres que decidan albergar a uno de estos chicos en verano "para hacerles entender el sentido de la acogida".

Además, aludió a los muchos niños que quedan en los campamentos de refugiados de Tinduf, "con lo que ello conlleva en estos momentos de temperaturas extremas" en lo que a enfermedades se refiere.

La presidenta de la ACSPS se quejó, sin embargo, de lo limitado de la ayuda que se presta a los refugiados saharauis que llegan a España para pasar el verano. Se refiere a que "solo durante estos dos meses reciben atención médica y sanitaria" apropiadas, mientras que durante el resto del año viven con una alimentación "muy precaria", lo que impide "el desarrollo integral de estos niños y niñas", tanto en los aspectos físico como psicológico y emocional.

A su vez, hizo un llamamiento para acudir a la manifestación que la organización llevará a cabo el próximo 9 de julio, para "visibilizar el conflicto saharaui con Marruecos". Al igual que Said, Cabrera mostró su deseo de que la situación en el territorio africano se solucione y, de este modo, "no tengan que seguir existiendo este tipo de programas".