Eran las 02.28 horas del 12 de abril de 2015 cuando la situación en torno al Oleg Naydenov se complicó. El pesquero ruso se quedó a la deriva "muy cerca de la bocana del Puerto" cuando faltó un remolque. Ese fue uno de los puntos críticos de una operación que, según el informe de la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), estuvo repleta de errores.

La situación en el Puerto se complicó a última hora del 11 de abril. Aquel sábado, sobre las 13.00 horas, se había originado un fuego en un barco factoría de 120 metros de eslora, cargado con 1.409 toneladas de fueloil tipo IFO-380, 30 de gasoil y 65 de lubricantes, así como víveres, pertrechos para faenar y cartón y poliestireno para el empaquetado del pescado procesado. Y es que esa misma tarde tenían previsto zarpar hacia Mauritania.

Después de los intentos por sofocar las llamas, a medianoche el patrón de uno de los remocaldores avisó de que la escora había aumentado hasta los 10 ó 15 grados. "Ello, unido a la imposibilidad de luchar contra el fuego a bordo con los medios disponibles, hizo considerar a los responsables de la emergencia la posibilidad de remolcar el buque hasta alta mar, donde debería de permanecer hasta que los bomberos pudieran acceder a él".

La operación de remolque comenzó a las 01.53 horas cuando el Miguel de Cervantes de Salvamento Marítimo comenzó a alejarlo del Puerto rumbo este. Sin embargo, una hora después, se originó uno de los momentos delicados. Así lo relata el informe: "A las 02.58 horas del día 12 faltó el remolque y el buque se quedó al garete muy cerca de la bocana del Puerto, además un calabrote -cabo grueso- se enganchó en la hélice de babor del Miguel de Cervantes dejándolo inoperativo para el trabajo". La situación se solventó a las 03.52 horas. La Salvamar Nunki arrastró el pesquero primero al sur. Dos días después, el Oleg Naydenov cayó a pique hasta los 2.700 metros de profundidad a 16 millas de Maspalomas, donde yace desde entonces.