Luanda 11, Acosua, Pesconuba, y Alba 11 ya están achatarrándose. Estos son los barcos abandonados en el Puerto de La Luz que fueron calificados con riesgo de hundimiento, por lo que la Autoridad Portuaria dio prioridad para desguazarlos y así evitar que zozobren como ya ocurriera con el Poong Lim 11, un pesquero coreano que aún se encuentra en el fondo del pantalán de Cory a la espera de ser reflotado. La empresa Logiscrap, especializada en reducir a piezas los cascos de las embarcaciones, está a punto de finalizar el proceso con dos de estos buques mientras que en otros dos están limpiándolos.
El administrador de la empresa, Jesús Sierra, indicó que esperan que a lo largo del presente mes estén acabados los trabajos que ya realizan en el Alba 11 y el Acosua, de los que ya queda poco más de un metro de casco. Estos barcos han sido cortados por la nueva maquinaria comprada por la empresa para agilizar el proceso. Los restos que hasta el pasado viernes estaban almacenados en las instalaciones de Logiscrap en el muelle Reina Sofía ya han sido cargados en el buque Manuela E, que el pasado viernes zarpó en dirección al puerto del Bilbao donde el material ha sido vendido a una siderurgia.
Sierra adelantó que durante los próximos días recibirán una nueva máquina destinada al corte del hierro. "Con esta tenemos cerrado el círculo", dijo el directivo, quién indicó que durante las últimas semanas "estamos trabajando bien, con una producción interesante" gracias a la llegada de estos barcos fantasma que el Puerto quiere hacer desaparecer lo antes posible. Y es que el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, apuntó en su día que la intención es que a lo largo del presente año el número de embarcaciones sin dueños que permanecen en La Luz disminuya de 21 a la mitad para que, a lo largo del 2017, el recinto quede limpio y así tener un mayor espacio para el atraque de los barcos.
En este sentido, Sierra aseguró que tanto el Acosua como el Alba 11 estarán achatarrados antes de agosto, mientras que el Luanda 11 y el Pesconuba, se espera que estén reducidos a trozos de hierro a lo largo del presente verano. El primero de estos dos últimos supuso un quebradero de cabeza para el Puerto ya que dos vías de agua estuvieron a punto de provocar su hundimiento en el pantalán de Cory hace ahora dos meses. En aquella ocasión, la rápida intervención de los técnicos y los operarios evitaron que se fuera a pique después de que se escorara varios grados a babor.
A concurso la conservación
La Autoridad Portuaria inició hace una semana el procedimiento para sacar a concurso por segunda vez la conservación de este tipo de embarcaciones, después de que la anterior empresa encargada de esta tarea, Chárter Marítimo Archipiélago Canario, dejara de prestar el servicio tres el hundimiento del Poong Lim 11 del que es propietario. Así, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el sábado de la pasada semana el inicio de la licitación, cuyas ofertas se podrán presentar en las oficinas del Puerto hasta el próximo 17 de agosto.
El ente portuario ha presupuestado este contrato, cuya duración será de cuatro años con la posibilidad de una prórroga de otros dos años más, en 696.360 euros, según se indica en el anuncio. Las entidades interesadas deberán de llevar a cabo el "aseguramiento, mantenimiento y control" de los buques atracados en el Puerto que no tengan consignatarios así como aquellos que sean dependientes de la Autoridad Portuaria mientras se solucionan los procesos judiciales o administrativos en los que se encuentran.
El anterior concurso quedó desierto después de que la sociedad Sepcan (Servicios Portuarios Canarios) fuera la única en presentar una oferta, aunque con deficiencias en la documentación que hicieron que fuera desestimada por parte de los técnicos de la Autoridad Portuaria.
