Aparcar en Las Palmas de Gran Canaria nunca ha sido fácil. A las zonas azules y verdes se le unen los precios de los aparcamientos y el gran parque de vehículos que circulan por la ciudad. Y claro, entre las prisas y las ganas de ahorrarse un dinero, muchos conductores tiran de métodos más que reprobables, Y ese es el caso que nos ocupa. En los últimos años los agentes de la Policía Local que patrullan las calles de la capital se han ido especializando en la detección de los signos de falsedad de las tarjetas para personas con movilidad reducida (PMR) que autorizan el estacionamiento en determinadas zonas de la ciudad para estas personas. Estas plazas de aparcamiento se encuentran habitualmente libres y están situadas en zonas cercanas a los accesos de los establecimientos, lo cual ha despertado la picardía de muchos conductores para hacerse con falsificaciones de estos documentos.

La formación adquirida por los agentes está dando sus frutos y diariamente se retira a conductores tarjetas PMR fotocopiadas, además de tarjetas falsificadas o pertenecientes a terceras personas, lo que puede suponer la comisión de delitos de falsedad documental o usurpación de la identidad.

Desde el año 2014, un total de 396 conductores han visto como la Policía Local les retiraba su tarjeta PMR tras comprobar que no era un documento original.

Solo durante el pasado lunes, la Policía Local ha detectado tres casos en los que los conductores hacían uso de una tarjeta para personas con movilidad reducida irregular. En uno de los casos, una persona se encontraba utilizando un documento perteneciente a un familiar que, además, ya había fallecido. En otro, el conductor hacía uso de una tarjeta falsa y terminó admitiendo a los agentes que se lo había descargado él mismo de internet, para poder estacionar en las plazas para personas discapacitadas de los centros comerciales.

La Policía ha iniciado varias diligencias dirigidas al Juzgado de Instrucción, donde será un juez quien se pronuncie acerca de si existe delito en cada uno de estos casos por falsedad en documento público, o por usurpación de la identidad de terceras personas, delitos por los que los conductores tendrían que enfrentar penas de multa y prisión.

Además, la Policía Local ha advertido un uso extendido de fotocopias de la tarjeta PMR original por parte de los propios titulares del documento, las cuales son incautadas diariamente ya que únicamente el documento original tiene validez, conllevando el uso de fotocopias una denuncia de 200 euros e incluso el traslado del vehículo al depósito en caso de ausencia del conductor.