El Ayuntamiento ha comenzado a utilizar en Vegueta un nuevo producto para la campaña de control de plagas de este verano. El sistema cuenta entre sus beneficios con un "efecto barrera" que impide, entre otros, que se produzcan grandes desbandadas de cucarachas como la ocurrida el año pasado en la vía capitalina de Rafael Cabrera tras una mala praxis en la fumigación.

El plaguidica se aplica como si fuera pintura a las paredes del alcantarillado y deja un efecto residual que permanece activo durante más de cuatro meses. Hasta ahora la fumigación no tenía un efecto prolongado por lo que solo afectaba a aquellos insectos que se encontraban cerca de la superficie en el momento de aplicación, por lo que propiciaba que salieran moribundos a la superficie. El nuevo producto afecta a mayor número y evita que salgan de las alcantarillas.

Este sistema de control de plagas implica también una mejora en materia de sostenibilidad, ya que la anterior fumigación era perjudicial para el medio ambiente. En las pruebas realizadas en la ciudad, varias alcantarillas redujeron la incidencia de la plaga de media a muy baja. El Ayuntamiento se encuentra actualmente elaborando un plan que permita que esta nueva forma de control de plagas llegue progresivamente a todos los barrios de la capital.

Como parte de este plan, el Consistorio ha elaborado un estudio de las zonas críticas de la capital donde más abundan las cucarachas y roedores. El informe señala como zonas de alta incidencia las áreas bajas de la capital, debido al grado de humedad, aquellos barrios con amplios solares o barrancos como San Juan, San Nicolás o Tamaraceite y aquellas partes de la ciudad que cuentan con un trazado antiguo de las redes de alcantarillado, como es el caso de Vegueta.