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'Cae' otro laurel centenario

El Ayuntamiento tala un árbol en San Bernardo ante la amenaza de que se desplomara en la acera como ocurrió el jueves pasado con otro ejemplar

'Cae' otro laurel centenario

La céntrica calle San Bernardo perdió ayer otro de sus laureles de Indias centenarios después de que el pasado jueves cayera un ejemplar sobre la acera.

En esta ocasión, fueron los operarios de Parques y Jardines los que talaron el árbol que presentaba el mismo problema que el que se desplomó la pasada semana: las raíces estaban dañadas por lo que los árboles, de gran porte y copa, no tenían sujeción a la tierra ni estabilidad para continuar en pie.

El ejemplar retirado estaba plantado a la altura de General Bravo, mientras que el que se derrumbó el jueves anterior se encontraba al inicio de la calle, esquina con Viera y Clavijo. En la vía quedan aún 14 laureles más en pie, siete a cada lado de la calle que enlaza Primero de Mayo con Viera y Clavijo. Algunos de ellos son de gran tamaño y altura, además, de frondosos pese a que han sido podados en más de una ocasión.

La concejala de Fomento, Inmaculada Medina, de quien depende el área que gestiona Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), apuntó ayer como causa del daño que presentaba los ejemplares las obras de pavimentación y canalización de aguas que se llevaron a cabo en la calle en el año 2007.

"Según los operarios con un empujón se hubiera venido abajo", dijo la edil respecto al laurel que hubo que talar ayer antes de que se viniera abajo como el del jueves.

Durante los trabajos que se hicieron en la calle nueve años atrás, bajo el mandato de la popular Pepa Luzardo, se ensancharon las aceras, se cambió el pavimento y se renovó también la instalación del alcantarillado. La reforma duró casi un año y tras el acondicionamiento de la vía se tuvo que talar ya entonces dos ejemplares al no superar los cambios que se hicieron en el terreno, pese a que tuvieron una atención especial para que se acomodaran a las nuevas circunstancias.

A parecer, los árboles tenían sus raíces hundidas en el antiguo colector que pasaba por mitad de la calzada. Al renovarse el alcantarillado de la zona, los ejemplares no superaron la falta de líquido y sus raíces se fueron secando lentamente.

En esas obras de repavimentación podría estar el origen del problema de los dos laureles de indias que en apenas cinco días han tenido que retirarse de la calle San Bernardo.

Entonces, las raíces de los árboles tuvieron que podarse ya que algunas de ellas se habían enraizado por otras zonas de la calle y del alcantarillado.

Si algo tiene de peculiar este árbol, procedente del sur y suroeste de India y de Australia y perteneciente a la familia moraceae, es que sus raíces son muy perjudiciales para el pavimento urbano ya que suelen levantarlo pese a que es muy utilizado en ornamentación por su rápido crecimiento además de frondosidad.

Descartar causas

Hasta el pasado jueves ninguno de los laureles de indias de la calle había presentado problemas. El ejemplar que se cayó ese día lo hizo por su propio peso sin que hubiera que lamentar daño alguno entre viandantes y conductores pese a que fue a media mañana. Los operarios de Parques y Jardines detectaron entonces que tenía sus raíces dañadas y que éstas no soportaron su peso, aunque se llevaron unas muestras para ser analizadas en el laboratorio de fitopatología de la Granja Experimental del Cabildo de Gran Canaria.

La concejala de Fomento añadió ayer que después de lo ocurrido con el segundo ejemplar se han recogido muestras de todos los árboles de la calle y se han enviado también a la Granja con el fin de detectar si detrás de los problemas de enraizamiento hubiera algún otro que no se hubiera descubierto a simple vista.

La edil espera tener los resultados de los análisis en unos diez días para poder así descartar que exista algún tipo de enfermedad o plaga.

Medina apuntó también que los laureles de indias que se han retirado de San Bernardo serán repuestos próximamente en la calle. Parques y Jardines ya ha solicitado a los viveros que existen en la Isla otros ejemplares ya que no se puede importar ningún árbol de fuera de Gran Canaria tras el daño que produjo la propagación del picudo rojo ( gorgojo procedente de Asia tropical) a las palmeras isleñas.

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