Los cineastas Mateo Gil, Félix Sabroso o Juan Carlos Fresnadillo y los intérpretes Alex García, Goya Toledo, Kira Miró o José Carlos Campos, incluso el galardonado productor Andrés Santana, todos canarios, ya tienen asegurado el relevo de la mano de once jóvenes alumnos de la Escuela de Cine Cámara y Acción, de Las Palmas de Gran Canaria, que con edades comprendidas entre los 11 y los 16 años, acaban de regresar de Madrid tras haber rodado en la capital de España un cortometraje financiado, en parte, con el dinero obtenido tras ganar la primera edición del certamen Triana en Corto, una iniciativa incluida en la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, donde se alzaron también con el Premio del Jurado con la película Farsa.

Durante esta última semana, los alumnos de Cámara y Acción no sólo rodaron su cortometraje en el centro de la capital sino que de la mano de la directora del centro, la actriz grancanaria Rosa Escrig, conocieron los entresijos de una profesión tan atractiva como dura.

"Cuando el niño descubre el trabajo que hay detrás de la cámara se da cuenta de que actuar es casi lo más aburrido del cine", explica Escrig. "A los actores nos pagan por esperar; te pasas cuatro horas aguardando a que te toque tu escena y luego la grabas en cinco minutos... Lo realmente apasionante del mundo del cine ocurre detrás de las cámaras".

Trasladando esa realidad a los alumnos de sus cursos, el equipo docente de la primera escuela de cine en Canarias especializada en la formación audiovisual infantil y juvenil no sólo espanta de las cabezas de los chiquillos y adolescentes el binomio cine y famoseo sino que les ha despertado el interés, además de por la interpretación, por la dirección, la producción o el importantísimo trabajo que desarrolla un o una script.

En el caso de la reciente experiencia de Madrid, los alumnos grancanarios se han encargado de escribir el guión que finalmente rodaron, una historia de desencuentros entre adolescentes que los alumnos Cristina González, Nur de Vera, Paula Seco, Elizabeth Romero, Julen Mendoza, Ariadna Mendoza, Jaime Cabello, Miguel Martín, Claudia Vergara, Sofía Vergara y Cristina Rendón se encargarán ya en Gran Canaria de dotar de sentido, ritmo y estructura cinematográfica durante el montaje, siempre aconsejados por el equipo docente.

En Cámara y Acción "no somos una fábrica de marisoles y joselitos", reconoce Escrig. "Nosotros enseñamos lenguaje audiovisual y les damos las herramientas necesarias para que usen la tecnología de manera artística y sobre todo responsable. Con un móvil se puede perder mucho tiempo pero también se pueden crear verdaderas obras de arte", añade la intérprete de montajes como Alicia en el País de las Maravillas, el Musical, licenciada en Arte Dramático por la Escuela de Actores de Canarias y titulada en Interpretación para la Cámara por la Escuela Cinematográfica y Audiovisuales de la Comunidad de Madrid (ECAM).

Precisamente la ECAM fue una de las paradas de los jóvenes grancanarios aspirantes a cineastas durante su aventura madrileña porque algunos de los alumnos ya se plantean iniciar estudios superiores de cinematografía. Además, visitaron un centro de danza para coreografías de Bollywood, la Filmoteca Nacional o las instalaciones de La Tabacalera, un centro donde se realizan talleres de formación y cultura gratuita.

"También hemos estado en el Parque Warner", explican cómplices con sus alumnos desde Cámara y Acción, donde también juega un importante papel docente, entre otros, el actor grancanario Luis Rodríguez.

Madrid como plató

En esta aventura madrileña de los púberes grancanarios aspirantes a cineastas, materializada con parte de los fondos logrados tras ganar en marzo pasado la primera edición del concurso Triana en Corto con la película Farsa, que también ha sido seleccionada para competir entre el 12 y el 16 de septiembre en el VII Festival de Cine Infancia y Adolescencia Ciudad de Bogotá 2016, los once alumnos trasladados a la capital de España recorrieron distintos puntos de la ciudad, como el Parque del Retiro, la Plaza de España o el barrio de Lavapiés, para seleccionar las localizaciones donde transcurriría el rodaje.

Cargados con sus claquetas, micros y cámaras, los futuros cineastas pusieron en práctica las lecciones recibidas, cuyo resultado se podrá ver en los próximos días. "Los niños hoy día nacen con una tablet bajo el brazo y nuestra intención es enseñarles a utilizar esa herramienta porque puede convertirse en un arma de destrucción masiva o en el instrumento perfecto que les permita desarrollar su faceta más creativa", agrega Escrig.

Cámara y Acción cuenta con un amplio recorrido profesional, apoyada por docentes, educadores y profesionales del cine. Esta escuela de cine entiende que la formación audiovisual es un complemento al aprendizaje del niño y la niña y los adolescentes, que acerca a los más pequeños a través del cine conceptos y valores difíciles de apreciar por los medios escolares tradicionales, además de iniciar a los menores en nuevos lenguajes y al buen uso de las nuevas tecnologías, herramientas al alcance de las generaciones más jóvenes cuya utilidad quizá no saben explotar.