Completamente pintada de azul cielo. Así se encontraba ayer la joven Mónica Monzón, que este año consiguió el tercer puesto en el concurso de Reina del Carnaval, en el interior del Museo Elder. "No me despego de la purpurina", comentaba con sorna, mientras la estudiante de maquillaje Estefanía Padrón Henao, de 21 años, enseñaba a su ayudante, Alba Santana Hernández, de 13, cómo debía de dar las pinceladas sobre el cuerpo de Mónica para que pareciera La reina del hielo. Esa era la fantasía que había diseñado Estefanía como proyecto de fin de curso, y que ayer presentaba en la sala científico-didáctica.

Como ella, otras catorce estudiantes de la Escuela de Maquillaje Ana Lidia Alonso, mostraron sus trabajos de bodypainting en el interior del museo, que acoge hasta octubre la primera exposición que el Ayuntamiento organiza sobre las fiestas de la ciudad y la ciencia aplicada a esos trajes aveces imposibles.

Entre los disfraces de murgas, fotos, carteles de mano, tocados con plumas, plataformas y un sinfín de curiosidades más sobre el Carnaval, Estefanía explicaba que siempre le gustó el maquillaje. "Era yo la que pintaba a mis amigas, pero cuando mi hermano se fue a Barcelona a estudiar y vi lo que hacía con las pinturas y los pinceles -es maquillador- dije: yo tengo que hacer esto". Y así fue como acabó en esto.

Paula F. Mier salió en enero de la Escuela y desde entonces no le ha faltado el trabajo, aunque hoy viene para ayudar a otra compañera. "Desde que presenté mi trabajo de fin de curso en la terraza Tao en enero comenzaron a llamarme de todas partes; en agosto estaré en un festival en La Palma", cuenta Paula, cuya creatividad va más allá de hacer arte sobre un cuerpo desnudo. "Se trata de crear ilusiones ópticas para el espectador", relata la maquilladora, que trabaja lo mismo para compañías de teatro, que para "bodas, bautizos y comuniones". "Es un campo muy amplio, no hay que cerrarse; tampoco estancarse. Hay productos nuevos todos los días y tienes que actualizarte constantemente".

"El curso es muy completo. Hay clases de belleza, de caracterización, de bodypainting, de facepainting, aprendemos a maquillar a gente que trabaje ante una cámara", cuenta Katy Brison, maquilladora profesional que se ha reciclado en el curso. Lo mismo que Tania Pestana, que ayer con sus cuñadas de ayudantes, llenaba de flores el cuerpo de la modelo Alison Santana. "Estar en este entorno del Carnaval nos ha inspirado", aseguraba.