Los vecinos del número 42 de la avenida Felo Monzón se encuentran en pie de guerra contra el Consistorio capitalino. Desde que hace poco más de dos años colocaron unos contenedores de basura en el portal número 2 del edificio, algunos de sus residentes han mostrado su disconformidad con la medida. Uno de ellos es J. A. C. M., que ha sufrido las consecuencias negativas de esta decisión en su propia casa.
El pasado 27 de junio, en torno a la 1.30 de la madrugada, su hijo le alertó de un incendio justo debajo de la ventana de su habitación. Se había iniciado en los cubos de basura, llegando las llamas a la altura de su vivienda. Esto es algo que, según el afectado, ya denunció ante el Ayuntamiento sin que este haya tenido en cuenta su requerimiento.
En noviembre de 2014, J. A. C. M. presentó una queja en la Oficina de Atención a la Ciudadanía, que no la admitió por buscar el "reconocimiento de un particular". Lo que hizo la Oficina de Gestión de Solicitudes fue pasar el expediente al Servicio Municipal de Limpieza, quien desestimó la petición. Para ello, aludieron a que nunca antes "se ha producido un incidente en la recogida de residuos". Además, calificaron la quema de este tipo de depósitos como algo "fortuito" y le recordaron que los edificios de la zona decidieron conjuntamente con las oficinas municipales la "colocación de dichos contenedores" tal cual se encuentran actualmente.
Sin embargo, el damnificado asegura que la comunidad de propietarios niega esta aseveración. Es más, insiste en que ésta también ha entregado un escrito de protesta ante el Consistorio. No solo eso, el dueño del local deportivo del bajo, que también se vio perjudicado por el incidente, se queja igualmente por lo que todos consideran un acto que "atenta contra su seguridad".
J. A. C. M. ha vuelto a escribir al Servicio Municipal de Limpieza tras el incendio, obteniendo como resultado la promesa de que se estudiará su caso para trasladar, únicamente, los contenedores de recogida selectiva. Esta respuesta llegó a su domicilio el lunes 4 de julio. Sin embargo, apenas dos días después veía asombrado cómo instalaban en el mismo lugar nuevos cubos para sustituir los siniestrados, según él, sin siquiera "esperar a una resolución".
