La Provincia - Diario de Las Palmas

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Clásicos de Las Canteras

"Necesito que inventen algo que me ponga un solajero permanente"

"Los turistas de los cruceros lo tienen todo completo, al final lo que se toman es un café o un helado", asegura María del Pino Santana, dueña de la tienda Pinomar

María del Pino Santana frente a Pinomar. QUIQUE CURBELO

¿Cuántos años lleva Pinomar abierta?

Llevamos 24 años aquí mismo, nosotros hemos visto como Las Canteras, y sobre todo esta zona de La Cícer, se ha ido convirtiendo en esta maravilla que es ahora. Además me he ganado un apellido, ahora todos me conocen como María del Pino la del Pinomar.

¿Desde el principio ha sido tan conocida?

Este es el lugar de encuentro de la Cícer de los surferos. Ellos están aquí siempre, sea la época del año que sea. A ver, que clientes tenemos siempre, no nos podemos quejar. Si no fuese así estaríamos cerrados. La verdad es que hemos tenido bastante suerte, pero sobre todo es por el trabajo duro que llevamos haciendo tantos años.

¿Siempre está así de lleno?

Nosotros aquí dependemos del sol. Si está soleado, esto está a tope y la cola de la gente da la vuelta a la esquina. Si no, va la cosa más lenta.

¿En invierno el frío cómo afecta a su tienda?

En invierno no tenemos el volumen del verano, pero nos vamos manteniendo de momento. Con dificultades, es verdad, porque la crisis a nosotros nos ha afectado mucho, pero bueno por ahora vamos escapando. Lo que está claro es que durante estos años de la crisis la cantidad de gente que prefiere comprarse la comida en vez de traérsela de casa ha ido cada vez a menos. Aún así , aquí resistimos.

¿Ha visto algo raro en todos estos años que lleva abierto?

Nada realmente raro, la verdad es que una está ya acostumbrada a los diferentes tipos de gente que viene a la playa. Aquí a Pinomar viene todo tipo de gente, es una mezcla muy grande y diferente cada día. No he visto nada realmente raro. Como mucho algunos despistados que te piden un bocadillo y luego protestan porque querían otro. En general la gente muy tranquila, no me puedo quejar.

¿Qué es lo que más se vende?

Pues ahora lo que se está vendiendo muchísimo son los combos. La gente está encantada porque por cinco euros, más o menos, se lleva el combito y se soluciona la vida. Puedes tomarte tus papitas, un refresquito y la hamburguesa, bocata o salchichas con salsas y te quedas contento. Lo puedes llevar a la playa o si vienes directo del trabajo, pues ya vas comido a casa.

¿Qué cambiaría de la playa?

Yo lo que necesito es que me dejen el sol permanente, no esta panza de burro. Necesito que inventen algo que me ponga un solajero permanente . Yo juraría que hace unos años la panza de burro no se pasaba tanto tiempo la verdad, te cogía un par de días. Este año ha sido espectacular hasta hace un par de días ha sido una nube permanente. Yo dependo totalmente del sol en la playa, si no hay sol la gente emigra totalmente, desaparecen de la playa. Si te asomas un día nublado no hay nadie, solo los surferos. Ahora parece que hay más gente porque están las escuelas con los niños en verano, pero esos al final no se toman nada.

¿Usted ha notado más gente con la llegada de los cruceros?

No, los cruceros a nosotros nos afectan poco. Algún extranjero viene a por un helado o una botellita de agua, pero no se gastan casi nada. De hecho tengo una carta en inglés y alemán por si aparece alguno pero prácticamente no se usa. Los turistas de los cruceros lo tienen todo completo, al final lo más que se toman es un café o un polo para el niño.

¿Cómo ha cambiado la playa de Las Canteras en estos años?

Una evolución muy buena, cuando yo abrí no había ni avenida. Era una enorme calle de tierra, la mitad de estos edificios no existían era una fábrica de saladeros, imagina si ha cambiado y ha dado un giro positivo y bueno la zona. Se le ha dado muchísima vida a un barrio como es Guanarteme que siempre ha sido muy familiar. Mientras que vayamos progresando y los cambios no afecten negativamente a los que llevamos aquí toda la vida, las cosas seguirán bien. Una de las pocas cosas que podría pedir es que se amplíen algunas de las calles que bajan a la avenida, que son demasiado estrechas. Dios no quiera que pase nada grave en esta zona, porque yo no se cómo podríamos salir nosotros, sobre todo los coches que están aparcados por aquí abajo.

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